Carretero no puede justificar en qué gastó su exclusiva

Carlos Carretero, principal acusado en el 'caso Karlos', gastó los 80.000 euros que le pagó Telecinco por su primera aparición televisiva -en noviembre del pasado año 2009- en devolver a su padre y cuatro amigos diversas ayudas económicas que estos le prestaron, según él, para salir adelante y pagar su manutención. Pero no ha podido documentar estos pagos, pues al tratarse de personas de confianza, no tiene facturas ni recibos.

Así lo ha alegado Carretero ante la Audiencia Provincial de Cádiz, que le obligó justificar el gasto de este dinero después de que tratara de intervenirlo sin éxito para hacer frente a la fianza de responsabilidad civil que pesa sobre el ex jefe de Policía Local de Ubrique. En su día, la Audiencia impuso una fianza de 100.000 euros para garantizar las indemnizaciones a la Seguridad Social, pero Carretero aún no la ha cubierto.

Desde que en 2006 se descubrió la trama de obtención de pensiones fraudulentas que supuestamente encabezaba Carretero, éste ha visto cómo todos sus ingresos eran automáticamente confiscados por la Audiencia para hacer frente a la citada fianza. Se le ha confiscado un Porsche Cayenne, una vivienda (copropiedad de su ex mujer) y la pensión mensual de 260 euros por incapacidad que percibía. Pero no son suficientes. Para colmo, la fianza se ha aumentado recientemente a 220.000 euros.

De este modo, el tribunal gaditano acordó intervenirle también el pago de sus últimas dos entrevistas televisivas en Telecinco, la última hace un mes, de las cuales ha embargado el ingreso de la segunda (de 58.000 euros) y de parte de la primera (otros 58.000 euros en un pagaré). Sin embargo, Carretero cobró en metálico 100.000 euros por sus primeros 15 minutos de gloria en televisión que, según él, gastó en el pago «de deudas».

20.000 euros al manager

El pasado martes, requerido por la Audiencia, acudió al tribunal a rendir cuentas de este desproporcionado gasto, pero sólo ha podido justificar con documentos el pago de 20.000 euros a su representante 'artístico' por conseguirle la entrevista. Los 80.000 restantes, como ya se ha dicho, los invirtió en devolver a su padre y amigos las ayudas «humanitarias» -según sus palabras-, que le dejaron para pagar la manutención de su hijo y sus propios gastos diarios. Sin embargo, de ello no hay recibo alguno, a pesar de que las ayudas iban desde los 12.000 euros (a su progenitor) hasta los 25.000 euros de un empresario de su confianza.