El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn. :: REUTERS
Economia

La UE exige a España recortar otros 7.500 millones en 2011

Demanda sacrificios adicionales hasta 2013, para dejar reducido el déficit presupuestario en el 3% del PIB

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Comisión europea le exigió ayer a España una consolidación fiscal del 1,75% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2011, un 0,75% más que lo comprometido por el Gobierno español para ese ejercicio en sus planes para situar el déficit presupuestario a finales de ese año en el 6% del PIB, como prevén Madrid y Bruselas.

Las medidas adicionales de recorte del gasto presentadas por las autoridades españolas a las instituciones europeas en mayo pasado, comprometían ahorros por medio punto de PIB en 2010 y un punto en 2011, lo que contabilizaba un total de 15.000 millones. La evaluación de este plan de recorte ayer realizada por la Comisión Europea concluye que el esfuerzo contemplado para 2011 no es suficiente y que hará falta añadir un recorte de gastos aún mayor, por importe del susodicho 0,75% de PIB o 7.500 millones de euros más.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, declaró en Madrid que el esfuerzo adicional reclamado por Bruselas se contemplará en el próximo proyecto de Presupuestos que el Gobierno llevará a las Cortes en septiembre. El esfuerzo de austeridad, según Campa, será compartido entre la Administración central y las autonómicas y locales. Los tres cuartos de punto adicionales de recorte del gasto reclamados por Bruselas resultan de los ajustes aplicados al Programa de Estabilidad, en función de las condiciones económicas actuales. Las nuevas exigencias de Bruselas no eran contempladas esta semana pasada, durante los trabajos preparatorios de la decisión de ayer. Constituyen un endurecimiento de las condiciones impuestas España por la UE y contradicen lo asegurado reiteradamente por la vicepresidenta segunda del Gobierno al respecto, que ha descartado sistemáticamente la existencia de nuevos demandas de reducción del gasto público por parte de Bruselas.

Los documentos ayer hechos públicos por el Ejecutivo comunitario, que el comisario Rehn presentó en rueda de prensa, estipulan que los recortes por alcance del 1,75% del PIB de 2011 «deberán ser especificados tan pronto como sea posible, en el contexto de los trabajos preparatorios del presupuesto» (de ese año). En los ejercicios ulteriores, «se requerirán esfuerzos adicionales para que la ratio de la deuda inicie una tendencia descendente hacia el final del periodo de corrección, en 2013».

La Comisión Europea advierte que los esfuerzos nacionales de contención del déficit «deberán ser diseñados teniendo en cuenta la posibilidad de que las restricciones presupuestarias generen una merma de crecimiento económico en el corto y medio plazo, antes de que se materialicen los beneficios de unas finanzas públicas más sostenibles y un entorno macroeconómico más sano».

El Gobierno español tiene asumido, y así lo ha manifestado ya ante la Comisión y los ministros de Economía de la UE, que acometerá los esfuerzos que sean necesarios para llegar a 2013 con un déficit presupuestario del 3% del PIB, como le reclama el Pacto de Estabilidad. El Ecofin, que es a quien le atañe la responsabilidad de visar la evaluación comunitaria de ayer, suavizarla o endurecerla, efectuará un análisis exhaustivo de la propuesta en su reunión de julio.