y no entiende la huelga
SANTANDER. Actualizado: GuardarLa vieja guardia económica del PSOE (Miguel Boyer, Carlos Solchaga y Pedro Solbes) unieron ayer sus voces para hacer un llamamiento al «optimismo» de cara a la salida de la crisis. «Ser pesimista es un delito a la patria», llegó a decir Solchaga. Los tres constataron la gravedad de la situación pero, al tiempo, resaltaron que el país tiene los mimbres y la experiencia suficiente para afrontar el desafío.
Y dejaron clara una cosa, la convocatoria de huelga general planteada por los sindicatos no tiene sentido; al menos, dijeron, ellos no la entienden, puesto que aún no se sabe qué texto definitivo maneja el Ejecutivo para la reforma laboral. Junto a una «sorpresa» compartida con sus compañeros de partido por la iniciativa, Solbes fue muy claro: «Los líderes de los sindicatos tendrán que explicar sus razones para la huelga». Aquí Boyer apuntó con humor que «sólo la divina providencia» ha salvado a los Gobiernos del PP de un paro general. «No saben lo que vale un peine», bromeó.
La terna, con Solchaga como la voz más crítica con el Gobierno, defendió la capacidad de Elena Salgado, a la que todos trasladaron su «completo y total apoyo». Durante un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, y como si de una clase de macroeconomía se tratara, los ex ministros repasaron crisis pasadas y presentes para concluir que casi todo se repite en la historia y «hay que aprender del pasado».
La deuda creciente en tiempos de bonanza y el elevado endeudamiento del país es, a juicio de Boyer, Solchaga y Solbes, el germen de los actuales y verdaderos problemas de España, ahora traducidos en falta de credibilidad y un alto paro.
Los tres defendieron la solvencia española y recordaron que muchos de los ataques vienen del mundo anglosajón.
Hay solvencia, pero también cierta fragilidad, como recordó Boyer, quien aseguró que los problemas han cogido al Gobierno «en una situación de debilidad, y no por causas económicas». Uno tras otro afirmaron que la posibilidad de que España pueda recurrir al fondo de rescate europeo de 750.000 millones es «mínima». «Menos de un 5%», cifró Boyer, que recordó una vez más la capacidad de la vicepresidenta Salgado de quien dijo que «maneja la tijera y la navaja de afeitar bastante bien», en alusión a la capacidad de la ministra de recortar el gasto y reconducir el déficit.
Dudas
Los ex ministros resaltaron la importancia de afrontar la reforma laboral como parte de los deberes para calmar a los mercados. Aunque en este capítulo, Solchaga -quien critic, sin citar a Zapatero, la «lentitud» de los líderes europeos a la hora de afrontar la crisis- marcó la nota discordante. Quien fuera ministro de Economía entre 1985 y 1993 dijo sentirse «preocupado» ya que lo planteado no simplifica el sistema y no aborda la descentralización de los mecanismos de negociación colectiva. «Podemos ser el único que país que subvencione la creación de empleo y el despido», ironizó Solchaga.