Las fiscalías de Violencia de Género achacan los posibles fallos a las carencias que sufren
GRANADA. Actualizado: GuardarLas delegaciones andaluzas de la Fiscalía contra la Violencia de Género piden más medios personales y materiales que les permitan, entre otras cosas, tener un soporte informático común, ya que los posibles errores cometidos son, en gran parte, fruto de «la dificultad de obtener datos más precisos».
En la memoria de la Fiscalía Superior de Andalucía correspondiente al ejercicio de 2009 se reivindica a través de todas las delegaciones andaluzas un soporte informático adecuado y un registro único que conjugue la actividad interna con la labor jurisdiccional y asistencial, haciendo compatibles las distintas aplicaciones informáticas utilizadas en los tribunales.
Se hacen públicas estas «carencias» con la esperanza de que se canalicen soluciones rápidas en «el nuevo impulso» del convenio de colaboración entre la Fiscalía y la Junta de Andalucía. Como ejemplo se cita al fiscal de Jaén, que habla de deficiencias en el acceso al registro de maltratadores por los problemas de instalación en los propios despachos de los fiscales.
Además, se reivindica en la memoria la actualización de las plantillas de los funcionarios adscritos a la secciones contra la violencia sobre la mujer, «que prácticamente desde su creación no han sufrido aumento salvo casos puntuales».
La situación de Almería, con un único funcionario para asistir a cuatro fiscales, o la de los juzgados especializados de Málaga, «que no se han visto fortalecidos por personal de la oficina de la fiscalía «son ejemplos de la gran carga de trabajo que soportan. El documento destaca que la herramienta de las diligencias previas de investigación penal en las fiscalías está cada vez más consolidada internamente como instrumento de detección de violencia de género y violencia familiar.
Asimismo se mantiene una «fluida comunicación y coordinación institucional», aunque la mayoría de las veces las fuentes de conocimiento son los partes de esencia remitidos por todos los distritos sanitarios con los que se trabaja.
En la capital de Granada y en Málaga es donde se han desarrollado «las más completas redes de coordinación institucional» que han derivado en un trasvase constante de información de situaciones objetivas de riesgo de las víctimas de violencia andaluzas. En cuanto a las víctimas de origen extranjero se resalta la «sobreexposición» que tienen, principalmente las que provienen de África, con una mayor cultura de sumisión, ya que las que provienen de Latinoamérica son más decididas a la hora de denunciar. La protección de las víctimas no ha presentado incidencias reseñables, aunque el volumen de actuaciones ha aumentado progresivamente.