Ventisca en torno a Miriam
Los negocios de la española casada con el viceprimer ministro británico Nick Clegg provocan críticas en la prensa londinense
LONDRES. Actualizado: GuardarEl nombramiento ayer de Miriam González como consejera de la firma Acciona, el mismo día en el que su marido, Nick Clegg, cenaba con el presidente del Gobierno en Madrid, ha provocado críticas en los medios británicos, que advierten de la existencia de un posible conflicto de intereses entre su negocio y el papel de su marido, nuevo viceprimer ministro del Gobierno británico.
El 'Daily Telegraph' titulaba su información sobre el nombramiento: «La conexión española podría dar a los Clegg unos 120.000 euros al año». La vallisoletana González, abogada especializada en comercio internacional en la firma DLA Piper, podría ingresar esa cifra por su participación en los consejos, según el diario de Londres.
El también conservador 'Daily Mail' se extendía más. «La señora Clegg se arriesga a una disputa sobre conflicto de intereses al aceptar un puesto en un gigante de turbinas de viento». Acciona está presente en varios proyectos británicos y la presencia de los liberales-demócratas, liderados por el marido de Miriam, promete un acento adicional en este tipo de fuente energética. El 'Mail' incluso publicaba un editorial, en el que sentenciaba que la decisión de González de aceptar el puesto no es «afortunada». En páginas interiores, Michael Cole, que fue el portavoz del ex patrón de Harrods, Mohamed Al Fayed, iniciaba un artículo a toda página con la broma de que la invasión española con molinos de viento es una revancha por la derrota de la Armada Invencible.
Pero Cole tiene un problema con un vecino que quiere instalar una turbina y critica su efecto sobre el paisaje o la eficacia económica de instalar los generadores eólicos. Apela a González a que recapacite ante la posibilidad de que los británicos pierdan la estima hacia su marido, si perciben que existe «un escandaloso conflicto de interés». Un portavoz del partido Liberal Demócrata ha aclarado a los medios de comunicación que la mujer del viceprimer ministro ha debatido con el secretario del Gabinete los posibles conflictos de interés y ha acordado los procedimientos para evitarlos.
Nadie en la prensa británica ha visto que exista conflicto de interés alguno en la presencia, en el mismo consejo de Acciona, de Tristan Garel Jones, que fue viceministro en gobiernos conservadores. Casado con Catalina Garrigues, en su casa se celebró una reunión decisiva en la conspiración que terminó con el mandato de Margaret Thatcher. Garel Jones es también consejero de Iberia y otras compañías.
La política y el negocio van juntos, aunque en Reino Unido han surgido más problemas con la llegada al poder gubernamental de primeros ministros con mujeres que tienen su propia carrera. Posibles conflictos de interés por las actividades del empresario Denis Thatcher, marido de Margaret, fueron aireados muy ocasionalmente, y las críticas se centraron en su destartalado y petulante hijo Mark, que pudo utilizar el nombre de la madre para hacer negocios.
A Miriam González le dice la prensa que corre el peligro de convertirse en una nueva Cherie Blair. La mujer de Tony cobró por algunos discursos de una manera que pareció impropia, aunque vio frustrada su aspiración de llegar a juez.