El Mundial de la crisis
Actualizado: GuardarLa Copa del Mundo de Fútbol que arranca hoy en Sudáfrica representa un hito histórico en un continente asediado por la pobreza y la violencia pero que dispone de una oportunidad para encauzar su entusiasmo y orgullo hacia la solidaridad, la paz y el desarrollo. El primer Mundial que se celebra en el continente africano es un éxito de la revolución pacífica de Nelson Mandela y confirma el extraordinario potencial de un área del mundo que necesita confianza en su futuro, más infraestructuras y abrirse definitivamente al exterior. Para España, con la sociedad volcada con la selección, supone acercarse al sueño de conquistar la Copa del Mundo y conjurar, al menos por unos días, la pesadilla de la crisis económica. El grito «Podemos» ha dejado de esconder un cierto voluntarismo nacional para plasmar el apoyo a un equipo creíble que ha ofrecido razones deportivas suficientes para llegar a Sudáfrica como uno de los favoritos. Podemos ganar la Copa como podemos vencer el desaliento ante la crisis, pero no debemos dejarnos llevar por el optimismo atolondrado sino confiar en nuestros grandes jugadores y esperar que la fortuna no nos dé la espalda.