«Me encanta vivir en Jerez porque es muy acogedora»

Ricardo del Valle desembarcó en Jerez hace tres años, aunque lleva muchos años en España, y con el tiempo puso en práctica una idea que le rondaba en la cabeza; crear una Casa Argentina con el objetivo de que todos sus compatriotas pudieran reunirse para realizar actividades lúdicas.

-¿Con qué objetivo creó la Casa Argentina de Jerez?

-Con la idea de hacer piña en una comunidad que está fuera de casa y así poder ayudar a los compatriotas a resolver cualquier tipo de problema que pueda surgir lejos de nuestro país. También para compartir actividades y costumbres, algo que se puede echar de menos lejos de casa.

-¿Cómo está funcionando?

-Lamentablemente no está consiguiendo demasiado éxito aunque confío en que pueda resurgir. Quizás los argentinos, por nuestro carácter, somos algo dados a ser demasiado independientes. Lo estamos intentando con el fútbol, con el asado o con el truco, pero de momento no está funcionando como quisiéramos.

-¿Que otra utilidad pretende que tenga?

-También queremos ofrecer un servicio, por ejemplo como asesoramiento jurídico, aunque el Consulado lo tenemos muy cerca, pero ir a Cádiz desde Jerez significa perder toda la mañana.

-Los argentinos forman una comunidad importante en Jerez, ¿no?

-Somos muchos, posiblemente sea la tercer colectividad que hay en la ciudad, tras los bolivianos y ecuatorianos, junto con brasileños. Por los compatriotas que conozco están integrados plenamente, son autónomos, liberados y que están satisfechos de vivir aquí.

-¿Cuándo llegó a Jerez?

-Tres años, aunque llevo muchos años en España, desde el año 1977. Estoy aquí 'gracias' a Videla, como muchos. Antes viví en la comunidad valenciana y en la vasca, y ahora me encuentro muy integrado en la andaluza desde Jerez. Me gusta mucho esta ciudad porque me recuerda bastante a mi tierra, Santa Fé. Además en la provincia hay de todo, un precioso paisaje, agua dulce y salada, nieve, pero sobre todo lo que más me gusta es la cultura jerezana, el folclore, que es una seña de identidad preciosa. Es una ciudad muy manejable y acogedora donde se vive muy bien.