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El alma negra de Francia
La selección gala se presenta en el primer mundial africano con 7 jugadores de origen subsahariano
CIUDAD DEL CABO. Actualizado: GuardarFrancia viste de azul, pero tiene el alma negra. La selección de Raymond Domenech es el conjunto europeo más africano del primer Mundial en África. Hasta siete jugadores, un tercio del plantel, son oriundos del continente negro. El fútbol es el espejo de un país de aluvión formado por los sedimentos depositados por las oleadas de inmigrantes. Sus estrellas siempre han sido hijos de nómadas en busca de trabajo. Kopaszewski 'Kopa', el polaco; Platini, el italiano; Zidane, el argelino... Pero, paradójicamente, esta vez no tiene en sus filas ningún magrebí.
En estos tiempos de globalización, ninguna selección presenta tantos africanos por nacimiento o filiación como Francia. Muy por detrás se sitúan con tres jugadores Portugal (Miguel, Rolando y Nani), Estados Unidos (Howard, Onyewu y Edu) y Alemania (Aogo, Khedira y Jerome Boateng). Este último ofrece la curiosidad de que se enfrentará a su hermanastro Kevin-Prince, que defiende los colores de Ghana en virtud de las triquiñuelas de la reglamentación internacional. El fenómeno concierne en menor medida a Holanda (Boulahrouz y Afellay), Suiza (Nkufo y Fernandes) y Dinamarca (Mtiliga).
Los siete magníficos de la 'Francáfrica' son Djibril Cissé, Abou Diaby, Alou Diarra, Patrice Evra, Sidney Govou, Steve Mandanda y Bacary Sagna. Dos de ellos nacieron en África: el portero Mandanda, en Kinshasa, y el nuevo capitán, Evra, en Dakar. El 'black power' galo se amplifica con el concurso de los seis futbolistas originarios de los territorios ultramarinos, confetis de la antigua potencia colonial: Abidal, Anelka, Clichy, Gallas, Henry y Malouda. El negro es el color dominante de una Francia casi monocroma para irritación de lepenistas y demás racistas.
Aunque nadie se atreve a publicarlo en los medios galos para no atizar las rivalidades inter-étnicas, fuentes internas de los 'bleus' atribuyen al poder negro el que no haya moros en la costa francesa. El trípode triunfal 'blanc-black-beur' de los campeones mundiales de Francia-98, capitaneados por la sangre bereber de Zinedine Zidane, ha perdido el último pie de apoyo. Los descartes a última hora de Benzema, Ben Arfa y Nasri hace que los 'beurs' (árabes) brillen por su ausencia en la lista definitiva de Domenech.
Ascensor social
Los episodios de abucheos a La Marsellesa cada vez que Francia se enfrenta en casa a Argelia, Túnez o Marruecos atizan las iras del Frente Nacional. Marine Le Pen, vicepresidenta del partido ultraderechista, ha tomado el relevo de su padre para censurar a un equipo plagado de rostros oscuros que, para más inri, no entonan el himno. «Tienen otra nacionalidad en el corazón y se envuelven en otras banderas», se queja. Más allá de la extrema derecha, los comentarios raciales también salpican a políticos populistas como el socialista Georges Frêche, autor de esta perla: «En este equipo hay nueve 'blacks' de once. Lo normal sería que hubiese tres o cuatro. Sería el reflejo de la sociedad. Pero si hay tantos es porque los blancos son unos inútiles».
«Si hay tantos jugadores negros en el equipo de Francia se debe sencillamente a que son buenos, es el único criterio», replica el ex campeón del mundo y de Europa Lilian Thuram. «Los comentarios de Le Pen personalmente no me desestabilizan. Es política. Desgraciadamente, mucha gente piensa como él», reflexiona el defensa antillano, al que sus compañeros apodaban 'Malcom' por comparación con el líder de la causa negra 'Malcom X'.
Erick Mombaerts, técnico de la selección de Francia sub'21, observa que los jóvenes negros van más avanzados en el plano fisiológico y presentan una madurez física más precoz. «¿Por qué tantos 'blacks'? Es muy sencillo. El fútbol es un ascensor social para una gran parte de las poblaciones en dificultad», apunta.
La integración futbolística del color negro entre los 'bleus' es muy temprana. Data de 1931, cuando fue seleccionado el guyanés Raoul Diagne. En 1976 el caribeño Marius Trésor se convirtió en el primer capitán negro de la selección francesa. Poco después, en 1980, con motivo de un partido en Moscú contra la Unión Soviética, se produjo la primera reacción de 'negrofobia' constatada por el historiador Pascal Blanchard, especialista de la problemática colonial. «El público ruso había abucheado a los 'bleus' porque cinco negros figuraban en su alineación», recuerda.
Blanchard es coautor de un documental titulado 'Negros en color, los jugadores afroantillanos en el equipo de Francia'. «La paradoja de Francia es que hay tensiones sobre la cuestión de la inmigración y al mismo tiempo se da un acceso al deporte que sólo tiene equivalente en Estados Unidos», analiza el experto.
Francia jugó por primera vez en Sudáfrica hace diez años. Fue un amistoso con la selección local (0-0) precedido por una audiencia de víspera con Nelson Mandela. Al día siguiente Roger Lemerre, el entonces seleccionador galo, alineó ocho jugadores negros. La afición sudafricana se quedó gratamente sorprendida. Desde entonces los 'bleus' son el equipo favorito de la población negra, para la que el fútbol es el deporte predilecto. Después de los 'Bafana, bafana', claro.