
«Sé que mi elección es complicada, hay compañeros con una gran valía»
El magistrado ha entrado en la última terna de candidatos a presidir el TSJA, un cargo al que aspiran otros dos jueces andaluces Lorenzo del Río Presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa suerte está echada. El presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, Lorenzo del Río (natural de Jódar, Jaén), ha pasado la primera criba en la elección a nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en sustitución de Augusto Méndez de Lugo. La semana pasada presentó las bases de su programa, sus objetivos y sus méritos ante la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial, y parece haberlos convencido, pues ha sido incluido en la terna de candidatos que se eleva ahora al Pleno del CGPJ. Entre los rivales al cargo se encuentran los magistrados malagueños Joaquín García Bernaldo de Quirós y Francisco Arroyo Fiestas, presidentes de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA y de la Audiencia Provincial de Málaga, respectivamente. Aunque, si se cumple el 'pasteleo' de asociaciones previsto, la elección no sólo se dirimirá entre ellos tres, sino que también dependerá de los elegidos en los TSJ de Cataluña y Valencia, de acuerdo en un equilibrio de presidencias entre las asociaciones de magistrados. Del Río (de la Asociación Francisco de Vitoria), confía, al menos, en que no haya reparto, «sino que tengan en cuenta los perfiles de cada candidato». La decisión a finales de mes.
-En Madrid expuso las líneas del programa que llevaría a cabo si es elegido presidente ¿Cuáles son las propuestas que plantea?
-El tema era exponer el proyecto de presidencia, que se ciñe a lo inmediato de la función presidencial. Yo insistí en un dato, que puede ser ocioso citarlo, pero que puede ser bueno en este momento de turbulencia judicial, en que la carrera pasa por unos tiempos muy convulsos. Decía que es muy importante en la presidencia una actitud de cercanía a las personas. Un proyecto, por así decirlo, que no sea muy jerarquizado.
-Cuando habla de un trato más personal y cercano, ¿también se refiere al ciudadano?
-Claro. Cualquier presidente de audiencia tiene que tener unas relaciones muy fluidas con los jueces, con las administraciones, con las instituciones... Pero también con los ciudadanos. Tenemos que romper con la imagen corporativa que podamos tener los jueces.
-Uno de los mayores retos del futuro presidente será la implantación de la nueva oficina judicial, el nuevo esquema de los juzgados ¿Estamos en una época de cambios?
-Es uno de los grandes retos, sin duda, y cuanto más tiempo dejemos que pase, peor será. No hay más remedio que empezar ya con la oficina judicial, y el presidente del TSJA tiene que estar encima de eso, porque se observa una cierta inercia negativa en su puesta en funcionamiento. Sería conveniente impulsarla a través de la Consejería de Justicia, y que se empezara ya con las audiencias provinciales, para crear esa cultura de trabajo y ver la propia dimensión del personal, porque en algunos órganos sobran efectivos, y se pueden complementar en otros juzgados. La reforma procesal ha empezado a funcionar, pero lo gordo es una relación de puestos de trabajo y una materialización de servicios comunes que no se ha hecho y depende de la administración autonómica.
-¿Qué papel tendría el TSJA en ese proceso?
-El TSJA no tiene capacidad de gestión. Pero debe exigir que la oficina judicial esté cuanto antes. Se producen disfunciones y malas distribuciones de efectivos, y creo que hay que aprovechar una nueva forma de trabajo.
-¿Esa exigencia suele ser frustraste? ¿Cuando se pide y no llega?
-Muchas veces sí. Pero tenemos que estar encima de las administraciones y exigir.
-Se le ha llegado a considerar favorito en la elección. ¿Está tan clara la elección?
-Sé que es muy complicada mi elección, porque hay otros muchos compañeros con una valía enorme, personal y profesional.
-¿En qué medida depende del equilibrio entre asociaciones, el famoso 'pasteleo'?
-En este caso espero que se fijen en los perfiles de cada uno y la elección no sea necesariamente porque haya que nombrar a uno de una asociación o de otra.