Muchachito se dejó el bombo en casa para venir a presentar su último disco a Cádiz, 'Idas y vueltas'. :: MIGUEL GÓMEZ
Sociedad

Muchachito se cuela en la taberna

El artista catalán presentó ayer en Cádiz rodeado de amigos su último y tercer disco, 'Idas y vueltas'

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Con ese aire de dandy bohemio que le caracteriza, fular al cuello, cigarro en la comisura de la boca y sombrero ladeado, Jairo Perera llegaba ayer con los últimos rayos de sol a la Taberna de la Manzanilla de la calle Feduchy. A diferencia de los cantantes del 'star system' español, en lugar de elegir un suntuoso hotel como escenario para la presentación de su disco, Muchachito prefirió rodearse de amigos en un espacio social lleno de solera.

Acompañado del artista Santos de Veracruz, el pintor que le acompaña sobre el escenario y que recrea a la perfección esos ambientes canallas y arrabaleros que llenan las letras del músico, Jairo daba a conocer su tercer y último disco, 'Idas y vueltas', un álbum en el que, rodeado de su banda, la Bombo Infierno, regresa a su sonido de siempre y refleja el ambiente vivido en «estos cinco años en la carretera». Su única pretensión es pasarlo bien y que se note la sintonía con sus músicos, el buen rollo. «Hemos grabado en un ambiente familiar, en un estudio casero porque como en la casa de uno, no se está en ningún sitio».

El primer sencillo de este nuevo trabajo, 'La noche de los gatos', ya arrasa en las listas de ventas y este verano tiene ya programado un concierto en Cádiz, una tierra a la que tiene mucho cariño. Será el 15 de agosto en el Baluarte de la Candelaria, una actuación programada por la empresa gaditana La Silla Verde, dirigida por Miguel Rodríguez. El ambiente festivo de los directos de Muchachito es uno de los grandes reclamos del artista catalán.

En cuanto a G5, el proyecto musical que reunió a Los Delinqüentes, Tomasito, Kico Veneno y el propio Muchachito hace algunos años, habrá pronto nuevo material. «En mi disco hay un tema de G5, también en el de Kico y hemos hecho otro para Los Delinqüentes», explicaba ayer Jairo. «Sólo necesitamos una mesa con jamón y vino» para crear canciones irreverentes. Vinos, los que pudieron degustar él y Santos ayer en la Taberna de la Manzanilla, en un ambiente cercano y familiar. Hubo tapas, copas y bromas. «Mira, ella es la que trae el bombo», ledecía Miguel al músico al presentarle a una amiga embarazada. Lo cierto es que el bombo fue el único que no estuvo presente en la fiesta, lo tendrá guardado su dueño en algún rincón de su estudio, esperando que el levante lo acaricie cuando vuelva por estos lares en agosto. Aquí seguro que lo esperan hordas de seguidores de esta banda que en cinco años se ha hecho un importante hueco en el panorama musical español a golpe de percusión.