Economia

El recibo de la luz puede subir hasta un 5% en julio

Industria propone elevar un 10% los 'peajes', que suponen la mitad de la variación total e incorporan déficit de tarifa y primas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los peores pronósticos se confirman. En plena crisis económica, con los ingresos familiares seriamente tocados, el recibo de la luz se puede encarecer entre el 4% y el 5% el próximo 1 de julio para los 27 millones de hogares, comercios y pequeñas empresas a quienes todavía se aplica la Tarifa de Último Recurso (TUR) por el suministro eléctrico. En enero, la factura ya registró un incremento del 2,6%.

El dato es una estimación, y el porcentaje de aumento puede variar, aunque no demasiado. De momento, lo único seguro es que el Ministerio de Industria ha remitido a la Comisión Nacional de la Energía una propuesta que eleva en un 10% la tarifa de acceso o 'peaje' que representa un 50% de la TUR. Ese peaje incluye todos los costes regulados y soporta, entre otras, la pesada carga del déficit de tarifa acumulado -herencia de los tiempos en los que los costes subían, pero la tarifa bajaba- y de las primas a las energías renovables. Con el fin de no lastrar a la industria de consumo intensivo de energía (aluminio, siderurgia), que también soporta los peajes, la propuesta gubernamental los congela para este sector, pero los eleva el 5% para el resto de las empresas de mediano o gran tamaño que están en el mercado liberalizado.

El otro componente decisivo de la tarifa doméstica es el precio de la energía, que dependerá de la subasta Cesur, en la que las compañías comercializadoras formularán sus ofertas, y que está previsto celebrar el próximo 23 de junio. Los expertos dan por seguro que el precio de esa subasta será superior al de la precedente. No es el reflejo del mayor coste energético actual, sino la resultante de un notable desfase, que impide a los consumidores finales beneficiarse de las rebajas del mercado mayorista.

La Comisión Nacional de la Energía ya ha pedido, y el Ministerio de Industria aceptado, llevar a cabo una modificación para que las subastas sean más frecuentes y registren con mayor fidelidad la variación de los precios. En la subasta, por añadidura, los compradores de energía son las comercializadoras de último recurso, y los vendedores las propias empresas matrices de Endesa, Iberdrola, Gas Natural Unión Fenosa, E.On e Hidrocantábrico.

La última pieza que determina la tarifa eléctrica doméstica son los impuestos. Y tampoco en este caso la suerte favorece al consumidor, porque el 1 de julio el tramo general del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) subirá dos puntos, y pasará del 16% al 18%.

Organizaciones de consumidores ya han elevado la voz en contra del previsible aumento de la tarifa eléctrica bautizada como de último recurso. El recibo doméstico de la luz empezó a subir en 2003, después de una serie de años de rebajas o congelación que, en realidad, provocaron el efecto perverso de desplazar unos compromisos de pago que acabaron por engordar la tarifa eléctrica de los siguientes ejercicios. El incremento fue del 5,28% en 2006 y del 2,98% en 2007. Un año más tarde se produjeron dos subidas, del 3,3% en enero y del 5,6% en junio. Los aumentos de 2009 fueron del 3,4% y del 2% respectivamente.