David Cameron consultará a los británicos por Internet las medidas de ajuste

El Gobierno conservador británico abrió ayer una consulta pública en Internet para recabar la opinión de la población sobre las áreas prioritarias de reducción del gasto público.

En una intervención parlamentaria, el nuevo ministro de Hacienda, George Osborne, instó a la ciudadanía a participar en el «gran reto nacional de cómo lograr» reducir un déficit que se acercará al 11,2% al término del actual año fiscal, según las estimaciones de la anterior administración laborista. Osborne reclamó el apoyo y el impulso populares al «gran desafío nacional de ver cómo logramos que este país viva dentro de sus posibilidades».

La idea del primer ministro, David Cameron, que ayer confirmó el responsable del Tesoro, pasa por extender el debate desde el ámbito de la política a los líderes empresariales, los agentes sociales y los contribuyentes en general.

«Queremos asegurarnos de que todos los partidos, los mejores cerebros entre el funcionariado y el sector público, los grupos voluntarios, institutos de investigación, sindicatos y miembros del público participen en el debate y conversación sobre cómo resolver colectivamente el problema», dijo el premier.

Los laboristas difieren con el plan 'tory' de recorte del gasto público, que, según advirtió su portavoz y anterior ministro de Hacienda, Alistair Darling, puede malograr la todavía frágil recuperación. Entre las ideas que maneja el ejecutivo Cameron está la de obligar a los ministros a defender sus necesidades financieras y de gasto ante el resto de sus colegas de gabinete.

'Hachazo'

El líder nacionalista y laborista en Irlanda del Norte, Mark Durkan, puso en cuestión el objetivo del Gobierno con un juego de palabras asociado al popular concurso de televisión X Factor. La X se convirtió en «axe», que en inglés significa hachazo o tijeretazo.

Osborne se reserva los detalles de su esperado recorte para el próximo otoño. Antes, dará a conocer los enunciados del gasto público para los próximos tres años en los presupuestos que presentará el próximo día 22.

Los riesgos de la situación financiera de Reino Unido quedaron patentes en un informe de Fitch, que subrayó el «tremendo» déficit británico. El agujero se calcula en 177.840 millones de euros y, aunque la agencia no rebajó el nivel de triple A, su intervención sí causó un retroceso notable de la libra en los mercados de divisas.