UNA MUJER QUE DEJA HUELLA
DANIEL GUTIÉRREZ Actualizado: GuardarNo hay nada como una buena entrevista a Pilar Sánchez para alimentar el conflicto en esta ciudad. Es hablar la alcaldesa y salirle aliados y detractores desde todos los rincones de la web (en los últimos tiempos más de esto último, para no engañarnos mucho, la verdad).
Sánchez se explayó largo y tendido en la extensa conversación que mantuvo con LA VOZ y vió la luz el pasado domingo. Tocó todos y cada uno de los temas que se le plantearon. Sé mojó de verdad y contó también su verdad, aunque la mayoría de los internautas no quedaron muy convencidos de su discurso y han hecho uso de esta bandeja de salida para realizar una contrarréplica. Ellos no quieren preguntar, tienen respuestas para la alcaldesa.
Especialmente críticos y dolidos se encuentran con dos de sus aseveraciones. Que no note que la gente en Jerez esté crispada y que incluya entre sus argumentos para justificar el bajo estado de ánimo de la ciudad el largo temporal de lluvia que ha habido este año.
«Sí señora. Ha sido un invierno muy duro. A unos les ha llovido millones y a otros sólo nos han llovido problemas», ironiza la de la foto. Jerezsinpli, por su parte, le aconseja que se asome al balcón y perciba la realidad en las calles de Jerez. «¿En qué mundo vive esta señora? Mira la gente que protesta todos los días: los parados, los trabajadores de autobuses, los de la basura, los de ayuda a domicilio, los guardias, los funcionarios, las asociaciones de vecinos, los de la zona rural...».
«Tanto que los turistas se piensan que son celebraciones típicas jerezanas, hasta que caen en la cuenta...», apunta con una pizca de humor un desencantado jerezano, que ya augura el discurso para los meses de verano. «Usted dirá que estamos 'achicharraos' por culpa de las altas temperaturas».
Lo que no cabe duda es que Pilar Sánchez es una mujer que va a dejar huella. Para, algunos, como Juan Ley, por ser una buena alcaldesa para la ciudad, a la que a veces le ha faltado mano dura por ser buena persona». Para otros, como Oiga, que no somos tontos, por quedar en la historia de Jerez «como una persona nefasta y muy dañina».