Ciudadanos

Paseo temerario por el puente

Un indigente causa un caos circulatorio al tratar de salir de la capital andando por un carril del Carranza

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Salir de Cádiz sin un euro en el bolsillo o un medio de transporte a motor es una tarea casi imposible. Es lo que tienen las ciudades en forma de península, que apenas tienen salidas peatonales o para bicis. En la capital gaditana, por ejemplo, el único camino habilitado para salir de sus fronteras a pie es de arena, por Cortadura.

Ayer, sin embargo, un hombre pertrechado con su maleta, decidió abandonar la capital a mediodía acortando camino por el puente Carranza, en un paseo que podría ser calificado sin equivocarse de suicida, pues en lugar de cruzar amparado por las barandillas laterales -que, por cierto, también están restringidas al paso- emprendió su marcha por los carriles de la calzada destinados a los vehículos, que tuvieron que frenar en seco y esquivarlo para no atropellarlo. Aunque salía de Cádiz, los coches que se lo toparon venían de frente, ya que el temerario nómada -un indigente del que no se facilitó la identidad- caminaba en sentido contrario por el carril de entrada a la ciudad, que quedó de inmediato cerrado cuando los técnicos del servicio de control de la DGT -de Sevilla- vieron en sus monitores el caos circulatorio que se había montado: eran las 13.10 horas, así que el tráfico era abundante, y se formaron largas colas en la salida de la ciudad. Por suerte, desde que el radar impone multas sobre el puente, pocos vehículos corren a más de 60 kilómetros por hora, así que los frenazos no fueron bruscos. Además, el viajero no llegó muy lejos, pues en seguida fue abordado por dos guardias civiles que, por su seguridad, le hicieron regresar a la ciudad de la que quería salir a toda costa.