ESPAÑA

Zapatero, de nuevo en manos de CiU

El Gobierno encara otro pleno de infarto porque una derrota del 'techo de gasto' para 2011 despertaría tambores de adelanto electoralEl presidente precisa el apoyo nacionalista para superar este mes el primer asalto presupuestario

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero volverá a estar este mes en manos de CiU. Como ya ocurriese el pasado 27 de mayo, el día que la votación para ratificar el 'decretazo' colocó al presidente del Gobierno al borde de la convocatoria de elecciones, la abstención de la federación catalana será imprescindible para que el Ejecutivo saque adelante en el Congreso el acuerdo de 'techo de gasto' del Estado, el paso legal ineludible para poder elaborar y presentar en septiembre el proyecto de Presupuestos para 2011. Una derrota en el primer asalto del complejo combate que le espera al Ejecutivo para lograr la aprobación de las cuentas públicas del próximo año desataría la demanda generalizada de una moción de confianza o de la alternativa del adelanto de los comicios generales, según la opinión de diversas formaciones políticas.

Zapatero y los socialistas aún no saben si lograrán fraguar en las próximas semanas las complicidades parlamentarias suficientes para ganar esta votación, que se solventará probablemente en el pleno de la última semana de junio, pero lo que sí tienen claro ya es que un voto negativo de CiU les conduciría a una derrota casi segura, porque el rechazo de los nacionalistas catalanes se sumaría a los 'noes' con que a día de hoy tienen previsto castigarle el PP, los ocho diputados de los grupos de izquierda (ERC, IU, BNG y Nafarroa Bai) y posiblemente Rosa Díez (UPyD). Semejante combinación reuniría 172 votos en contra, una cifra prácticamente inalcanzable para el Gobierno, que no tiene asegurados más que los 169 escaños de su grupo y no se hace ilusiones de que otros partidos, dada su actual situación de debilidad y contestación social, estén dispuestos a engrosar el frente del 'sí'.

La única opción ganadora de Zapatero es que CiU, al final, acepte abstenerse y que actúen de igual manera al menos los dos diputados de Coalición Canaria (CC) y Carlos Salvador, el único parlamentario de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Esta fórmula, aunque el resto de la cámara votase 'no', le permitirá salvar el jaque al Ejecutivo, ratificar por la mínima el 'techo de gasto' y dar luz verde a la elaboración del proyecto de Presupuestos. Eso sí, los socialistas volverían a enfrentarse a otro pleno de infarto, como el de hace diez días, en el que obtendrían la victoria por un solo voto y siempre que evitasen cualquier ausencia o error durante la votación. Su mejor escenario, a la vista del actual clima parlamentario, es que a la abstención de estos tres partidos se sumase la del PNV, lo que otorgaría a los socialistas una ventaja de siete votos sobre el bloque del 'no' y una victoria garantizada.

Posturas sin decidir

Sólo el PP, que lo anunció la semana pasada, y las formaciones de izquierda, que no lo ocultan en privado, tienen decidido el sentido de su voto. Los populares votarán 'no' porque la reducción del gasto público que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar en breve les parece «insuficiente». La izquierda ve la reducción del presupuesto de 2011, de casi un 14% en términos reales, como la ejecución directa de los «recortes antisociales» del 'decretazo' y la negativa del Gobierno a una reforma fiscal que suba todos los impuestos a las rentas altas.

UPN y CC, aún sin posición oficial, podrían no estar lejos de la abstención. CiU debatirá en los próximos días su postura. No descarta la abstención, su posición de casi todos los ejercicios anteriores en esta votación. Su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, ya dio a entender que no le interesa dejar caer a Zapatero antes del otoño. Ni quiere que unos comicios anticipados coincidan con las catalanas -que se celebrarán en octubre o noviembre- ni quiere un vacío de poder antes de cerrar en julio la reforma del mercado laboral y el proceso de fusión de cajas. La postura del PNV tampoco está decidida, pero se mueve entre la abstención y el 'no'.

Antes de que el Gobierno pueda comenzar a redactar el proyecto de Presupuestos de 2011, el Parlamento tiene que dar el visto bueno al llamado 'techo de gasto', es decir, al acuerdo que fija cuánto dinero público podrá gastar el Estado el año próximo, como consecuencia de la previsión de ingresos y de la cifra de déficit que esté dispuesto a asumir. Si las cámaras no respaldasen este escenario el Ejecutivo no podrá comenzar a elaborar los Presupuestos. Tendría dos meses para revisar su previsión de gastos y remitir un nuevo acuerdo al Congreso para su aprobación, lo que bloquearía el comienzo de la confección de las cuentas públicas al menos hasta septiembre.