EL TRANVÍA

CAOS CLUB DEPORTIVO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando parecía que era imposible, el Xerez ha vuelto a sorprendernos y a confirmar, una vez más, que es capaz siempre de darle otra vuelta de tuerca a su rocambolesca situación. El nuevo presidente ha anunciado que deja el club. apenas seis meses después de aterrizar en él. ¿La razón? Pues que no tiene poder de decisión, ya que la entidad está en manos de unos administradores concursales por culpa de su pésima situación económica. A bote pronto, suena surrealista. Pero es una realidad más que preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que la sombra de la intervención judicial planea sobre Chapín, con todo lo que ello implicaría.

¿No conocía Souza la situación económica del Xerez antes de llegar de Argentina? ¿No sabía cuáles son las funciones de unos administradores concursales y para que están? ¿Acaso no estaban ya Monterrubio y compañía? ¿No se preocupó por conocer sus situaciones contractuales? ¿Qué se creía que compraba? ¿Desconocía que el club carecía de patrimonio, que por no tener no tiene ni jugadores en propiedad y que lo único que compraba -que no es poco- es un escudo detrás del que, eso sí, está una afición de Primera y que lleva ya demasiado tiempo sintiéndose maltratada por los Oliver, Gil Silgado, Morales y compañía? ¿Qué hubiese hecho si el Xerez hubiese obrado el milagro de la salvación gracias a una plantilla y un entrenador que se merecen un monumento?

Demasiadas preguntas sin respuesta. Demasiadas cosas raras detrás del club azulino. Sea como fuere, el resultado es el que es y no puede resultar más desalentador. No se sabe quién manda, y mucho menos quién va a mandar de aquí a unos días, si es que lo hace alguien. Ahora nadie quiere el muerto. Dicen que ahora le correspondería a Morales dar el paso por aquello de que vuelve (¿?) a ser el accionista mayoritario, y uno se echa a temblar. Mientras, los administradores concursales pidiendo la administración judicial del club. ¿Y la plantilla? Pues, sencillamente, no existe. Tal cual. Con este panorama, a ver qué futbolista se atreve a firmar por este equipo.

Para lo que está pasando en el Ayuntamiento también se agotan los calificativos. Parece que, finalmente, ha podido pagar las últimas a sus trabajadores. Es de suponer que ha tenido que hacer malabarismos financieros para lograrlo. Pero, aún siendo grave eso, sobre todo porque no es la primera vez que tiene serios problemas para pagar a sus 2.400 trabajadores, lo peor es que existe el convencimiento generalizado de que volverá a suceder. Y no hay que olvidar que la paga extra de junio está a la vuelta de la esquina y que después vendrá la ordinaria del mes en curso. La alcaldesa se refiere a ello, como a otros muchos temas de actualidad, en la entrevista que publica hoy este periódico. Justo es reconocerle que no elude ninguno de los temas espinosos por los que se le ha preguntado, pero uno sigue teniendo la sensación de que éste, como otros que azotan desde hace tiempo al Ayuntamiento, es un problema para el que hacen falta soluciones valientes basadas en decisiones firmes. Y no se están tomando, al menos de momento. Se sigue improvisando demasiado. Queda ver qué pasa con el Plan de Viabilidad la próxima semana. Me da que sindicatos y empleados municipales volverán a plantarse a las puertas del Consistorio. Otra vez. Y van.