Los trabajos estarán paralizados al menos este mes. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

Crece la indignación social por el frenazo de las obras del segundo puente

El parón del proyecto emblemático del Doce se suma al revés que sufrió la Bahía con la paralización del parque tecnológico de Las Aletas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Ante la ausencia de proyectos anhelados o la paralización de otros igual de esperados como Las Aletas, el segundo puente sobre la Bahía se alza sobre el mar como el maná de la provincia. Es el bálsamo a muchos de los problemas de Cádiz, «la obra emblemática del Doce». Sin embargo, ahora, es el objeto de indignación y preocupación de los agentes sociales, este es el segundo revés tras el atasco de Las Aletas.

Dragados ha paralizado los trabajos ante los retraso en los pagos de las certificaciones de abril y mayo de Fomento. A la espera de saber cómo afectará la ralentización de los trabajos, la consecuencia inmediata es que la subcontrata Tecade, entre otras, dejará sin empleo, hasta nueva orden, a 180 personas. Y la consiguiente cadena de reacciones de múltiples instituciones de la provincia.

Una de las primeras llegó del Ayuntamiento. La alcaldesa Teófila Martínez (PP) instó al ministro José Blanco, durante el pleno municipal, «a dar la cara». Ayer, matizó su reacción aunque no bajó el tono de sus declaraciones: «Para mí es un problema gravísimo que supone una gran paralización para la Bahía. Podemos sufrir las consecuencias de la crisis». La alcaldesa aclaró que Blanco le había asegurado que en principio la obra no sufriría retrasos con los recortes del Gobierno. Aunque ahora, «lo vemos con preocupación porque ya se ve la magnitud que tendrá para la ciudad».

Incertidumbre compartida por su hómologo en Puerto Real, Jose Antonio Barroso (IU), que ayer consideraba «un chantaje inadmisible de Dragados al que Fomento debería responder». «Sabiendo cómo funcionan las administraciones públicas, está claro que dos meses de retrasos no puede ser un justificante ante la musculatura financiera de Dragados».

Ignacio García, compañero de partido y parlamentario andaluz por Cádiz, se mostró más duro en sus acusaciones al Gobierno: «La situación es lamentable. Este Gobierno ha llegado a tal grado de improvisación que ya el resto de administraciones no pueden planificar nada».

Pero el principal mazazo lo han recibido los trabajadores y empresas auxiliares que ven con incertidumbre el rumbo que toma la obra. El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo, dijo haberle sorprendido la noticia. «No nos lo esperábamos y, realmente, es dar un paso atrás». Su opinión es que los recortes deben empezar por el personal, pero nunca por las infraestructuras. Asegura que «son un motor importante de la economía y en ellas nos sustentamos para crecer y para crear puestos de trabajo». Ahora todos están a la expectativa para que los desacuerdos con la empresa no se dilaten demasiado.