A un paso de volver a la cima

Rafa Nadal vuelve a una final de 'Grand Slam' después de 14 meses. El manacorense derrotó por 6-2, 6-3 y 7-6 (8/6) al austriaco Jürgen Melzer y luchará por su quinto Roland Garros contra su verdugo del pasado año, el sueco Robin Soderling, que se deshizo en cinco sets del checo Tomas Berdych. Si el manacorense logra la victoria mañana recuperará el número uno del ránking tras llegar a descender hasta el cuarto puesto a principio de temporada. Pero Nadal ha recuperado la senda del triunfo, la seguridad en sí mismo, la mentalidad ganadora y un juego preciso que le permite seguir sin ceder ni un solo set en la arcilla de París. El balear ya acaricia su trofeo predilecto.

El español y el austriaco se habían enfrentado antes en dos ocasiones, en los cuartos de final del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Pekín y en el Masters de Madrid. En ambos partidos se impuso el manacorense. Con estos antecedentes no extrañó que el balear resolviera los puntos con soltura y autoridad hasta adjudicarse la primera manga en tan sólo 29 minutos. En el segundo set, el español consiguió hacer el 'break' en el 3-1. Pese a una tímida reacción del rival, Nadal supo contener la acometida y con un juego ofensivo nada envidiable al tenis de hace un par de años recondujo la situación hasta lograr el 6-3 en 42 minutos.

En el último set, el manacorense mantuvo el ritmo. Melzer casi con la bandera blanca de rendición estaba completamente a merced de su rival. Sin embargo, cuando estaba todo a favor del español y servía para ganar el partido, el austriaco logró un 'break' que le mantuvo vivo. Nadal quedó algo desconcertado y su oponente recobró fuerza y moral hasta forzar 'la muerte súbita'. Pero el balear no estaba dispuesto a prolongar más un partido en el que había sido dueño y señor y solventó el 'tie-break' (8/6), con su segunda bola de partido.

En la otra eliminatoria, Soderling, apodado ya como 'matagigantes' por su predilección por eliminar a las mejores raquetas como Nadal o Federer, superó a Berdych en tres horas y 27 minutos (6-3, 3-6, 5-7, 6-3 y 6-3). «Tomas jugó muy bien y pegó muy bien. No me dio muchas oportunidades y me obligó a jugar muy contra la línea de fondo. Creo que tuve mala suerte en el segundo set, pero después jugué mejor», destacó el nórdico tras el largo duelo.