Ciudadanos

La Junta recibe más de veinte reclamaciones contra Viajes Marsans

Los más afectados hasta ahora son alumnos de instituto que contrataron sus viajes de fin de curso y jubilados

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Todo el año ahorrando, vendiendo polvorones en Navidad, rifas en febrero y montado barras en primavera. Ya está todo listo, apenas quedan unos cuantos euros y el viaje a Mallorca está pagado. Pero una semana antes de coger el avión, Viajes Marsans o cualquiera de sus subcontratas levanta el teléfono y confirma que se anula.

En esa situación han quedado al menos cinco centros de la provincia. De San Fernando a Tarifa, uno a uno han ido perdiendo las ilusiones y buscando venganza en las oficinas, hoy cerradas.

Los escolares que organizan ahora sus vacaciones de fin de curso han sido los primeros afectados por la crisis de la empresa de Díaz Ferrán. Muchos de ellos ni siquiera sabían que estaban gestionando tan anhelado premio con la firma que día sí, día no, inaugura la sección de economía de los telediarios. Lo mismo ha ocurrido con parejas o grupos de jubilados que adelantan sus vacaciones a mayo y junio para beneficiarse de las ofertas.

Las reclamaciones empiezan a acumularse y sólo el servicio de Consumo de La Junta acumula ya más de una veintena en la provincia. Pero advierten que comenzarán a multiplicarse en cuanto se acerque la temporada alta de vacaciones. A raíz de las reclamaciones, la Consejería de Salud, que tiene las competencias en este ámbito, ha abierto un expediente informativo a Marsans y ha realizado un requerimiento de información a esta empresa para recabar todos los datos posibles.

Confirmar las reservas

La Junta recomienda a los que tengan concertado algún viaje combinado (que son los que suman transporte, alojamiento y otros servicios) con la empresa, que, en el caso de recibir alguna comunicación del touroperador, contacten con la agencia de viajes para que le confirme fehacientemente si podrá realizar el mismo.

Las denuncias también se acumulan en la asociación de consumidores Facua. Su portavoz, Jesús Yesa, contabiliza hasta el momento una veintena, pero asegura que «son sólo la punta del iceberg».

También advierte de que ya han recibido el caso de un cliente al que le han pedido que firme una especie de recibo para cobrar el dinero entregado. «En este caso, el documento cuenta con un párrafo en el que se dice que la empresa entrega la cantidad», recalca Yesa. En este tipo de situaciones es mejor prestar atención, leer muy bien la letra pequeña y evitar firmar nada antes de ser asesorado. «Si se da la confirmación luego se pueden agarrar a eso».

Por lo demás, el único arma con el que cuentan los ciudadanos es la reclamación. A través de asociaciones de consumidores o a título personal, tanto la administración como los colectivos recomiendan ponerla siempre. Marsans aún no se ha declarado en quiebra y se encuentra en una situación de incertidumbre que afecta tanto a clientes como a trabajadores. Ellos son precisamente los que están pagando la indignación de los que se sienten estafados.