Hacienda se ceba con los divorciados
A los desempleados también les da un buen bocado al no tener retenciones por las ayudas y actuar el Estado como segundo pagador Si un miembro de la pareja ha vendido su casa al otro, tendrá que pagar hasta un 18%
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNo hay escapatoria. Si usted es uno de los 3.300 gaditanos que se divorció el año pasado y decidió vender su parte de la casa a la persona con la que vivía, Hacienda le pedirá cuentas. Tal vez hubiera sido mejor soportar el peso de los recuerdos que ver adelgazar el beneficio un 18%, lo mismo que si la vendiera a terceros. Ese es el porcentaje de la cantidad recibida que tendrá que pagar este año al fisco que la considera una ganancia patrimonial. «Al final pierde el que menos tiene, es una gran perversión del sistema». La conclusión es de José María Mollinedo, secretario general de Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda que han elaborado un estudio al respecto.
Y lejos de solucionarlo, la cosa va a mucho peor. Los que rompan este año, tengan una casa de por medio y hagan el mismo trato, tendrán que abonar entre el 19% y el 21% en función del importe recibido. «La cantidad corresponde a la mitad que ya se había invertido sin contar con lo que aún queda de hipoteca», explica el experto.
Esa situación es compartida por la mayoría de los matrimonios gaditanos. Muy pocos cuentan con dos viviendas o con otros bienes patrimoniales de valor similar para que no haya que poner dinero. Y siempre que haya una diferencia en el importe que se solucione con un cheque, estará sujeto a impuestos.
Visto así, a veces puede resultar mejor regalar la parte de la vivienda cuando el beneficio es pequeño, especialmente si quedan remordimientos. Pero tampoco eso exime del pago. Mollinedo explica que cuando se liquidan las sociedades gananciales y se adjudica el piso a uno de los ex cónyuges, la comunidad autónoma valora esa propiedad y, en este caso, tributa el más beneficiado al recibir una «plusvalía gratuita».
A los parados también les depara sorpresas la declaración de la renta. Resulta que aquellos que percibieron prestaciones por desempleo a lo largo del año pasado tendrán que pasar por caja. El Estado se convierte en un segundo pagador que obliga a hacer la declaración cuando los ingresos íntegros anuales superan los 11.200 euros. El contribuyente se librará si la cantidad es menor, por contra de los que sólo tienen una empresa que abone su salario, cuyo límite se sitúa en 22.000.
Un buen puñado de los 87.724 gaditanos que cobraron prestación en 2009 preguntarán extrañados en el servicio de reclamaciones de la Agencia Tributaria.
También a desahuciados
Otro de los casos sangrantes que señala Gestha son los de las personas que pierden su vivienda al no poder soportar la hipoteca. Eso, a pesar de la moratoria de dos años en el pago de la mitad de su cuota, hasta un máximo de 500 euros mensuales para los parados y autónomos que hayan cerrado su negocio o reduzcan sus ingresos. En estas situaciones, si el precio de la subasta o la deuda, incluidos los intereses moratorios, indemnizatorios y costas, supera el precio escriturado de la vivienda, Hacienda considerará que «el desalojado ha obtenido una ganancia patrimonial», y le exigirá entre un 19% y un 21%.
El secretario general del colectivo apunta que estas situaciones «disparatadas» no son exclusivas de las personas físicas, sino que también «afectan a más de 2.600 empresas andaluzas». Así, aquellas sociedades que entraron en proceso concursal durante el pasado año padecen situaciones «absurdas» en las que, en caso de llegar a un acuerdo con quita a los acreedores, Hacienda le imputará un «beneficio a distribuir en varios ejercicios» que tributará en el Impuesto sobre Sociedades.
Esta situación se reproduce en los pagos de deudas, que son operaciones en las que el deudor que no tiene liquidez entrega un bien para pagar lo que debe, y en las disoluciones societarias provocadas por una insolvencia definitiva.