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España se venga de Corea del Sur

Al igual que sucedió en el duelo ante Arabía Saudí, el conjunto de Vicente del Bosque disputó un encuentro falto de ritmo. Un golazo de Jesús Navas dio la victoria a la selección en los minutos finales

MADRID. Actualizado: Guardar
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Nueva victoria 'in extremis' de España. Y van dos. Esta vez fue Jesús Navas quien salvó el honor de la campeona de Europa ante Corea del Sur con un tiro desde fuera del área que entró por la escuadra a cinco minutos del final. El sevillista resolvió un partido complicado, falto de ritmo y con pocas ocasiones, en el que lo más destacado fue el debut de Víctor Valdés, la reaparición de Cesc y la confirmación de que Iniesta está recuperado y en plena forma.

España está lejos de su mejor nivel. Es cierto que aún hay tiempo. Que un Mundial es una carrera de fondo. Que los rivales -Arabia y Corea del Sur- no motivaban, y menos aún, en unos amistosos. Pero la imagen de la selección no se parece a la que arrasó en la fase de clasificación para Sudáfrica con un pleno de victorias. Corea del Sur fue la segunda y penúltima prueba antes del Mundial. Los asiáticos son un rival incómodo y de infausto recuerdo. Sólo quedaban tres supervivientes -Casillas, Xavi y Puyol- de aquel polémico partido de cuartos de Corea 2002, donde un árbitro egipcio, Al Gandhour, impidió el pase de España a 'semis'.

En estos ocho años no sólo han cambiado la mayoría de jugadores, sino el estilo y la mentalidad de la selección. De ser un equipo amparado en el victimismo y gafe de las grandes citas, a ir de favoritos y con la seguridad de ser los mejores. Con una Eurocopa como aval. Sin embargo, no se puede vivir del pasado, es decir, de la gesta austriaca. Y Del Bosque lo sabe. El seleccionador no quiere complacencia ni ningún tipo de excusas como la del balón.

El técnico salmantino desplegó ante los asiáticos su 'plan B', es decir, un equipo con extremos, Navas y Mata, y con Llorente como único ariete. Consecuencias: menos triangulaciones por el centro, más velocidad en las bandas y balones aéreos buscando la potencia del delantero riojano. Una alternativa válida cuando los partidos estén atascados.

Más enchufada

España salió más enchufada, lejos de la «pereza» criticada por el seleccionador en el choque frente Arabia Saudí. 'La Roja' dominó y controló el esférico, pero una vez más, el ritmo fue lento, alejado de la chispa necesaria para desarbolar a un rival encerrado en su campo. Una situación que se repetirá en el Mundial, donde la mayoría de los adversarios esperará replegada su oportunidad a la contra.

La mejor noticia fue la reaparición de Cesc tras la lesión de peroné en la ida de cuartos de 'Champions' ante el Barça. El futbolista del Arsenal notó la falta de minutos en sus piernas y estuvo intermitente. Jugó más retrasado de lo que acostumbra en la 'Premier', lo que no fue óbice para disponer de una clara ocasión que estrelló en el larguero. Quien llevó las riendas del equipo fue el omnipresente Iniesta. Llega fresco y con una motivación extraordinaria.

Pero el juego no era fluido. Incluso un tremendo error defensivo, con un resbalón de Albiol y Marchena, provocó una doble ocasión a los coreanos que resolvió Reina con dos magníficas paradas. Tras el descanso llegó el gran momento del debut de Víctor Valdés el día en que Casillas cumplía diez años como internacional. Ante la imposibilidad de romper el muro coreano Del Bosque reaccionó y dio entrada a la guardia pretoriana: Xabi Alonso, Xavi y Villa. También salió Pedro. Sin embargo, nada cambió. Villa no estuvo fino en un par de ocasiones y el partido parecía abocado al empate. Hasta que surgió la magia de Jesús Navas con un golazo espectacular.