Bienvenido Notario y José Crespo 'El Manteco' sobrevivieron al hundimiento. :: ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

«Tendremos que revivir todo lo que pasó y nos dolerá recordarlo, pero es necesario»

Los supervivientes del naufragio están satisfechos por la decisión judicial de devolver el barco a flote

BARBATE. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aún les duelen los recuerdos. Alguno de ellos ni siquiera sabía ayer que la Audiencia Provincial de Cádiz había dictaminado el reflotamiento del barco. Los supervivientes del peor naufragio que ha vivido esta provincia en los últimos años, el del pesquero 'Nuevo Pepita Aurora', no consiguen olvidar lo sucedido y cada vez que el asunto vuelve a estar de actualidad, les embarga una sensación incapaz de definir: «Muy extraña».

Sin embargo, pese a lo duro que resulta para ellos rememorar lo que ocurrió aquel fatídico 5 de septiembre, estos pescadores de raza de Barbate sacan fuerzas de flaqueza y no dudan en atender amablemente las preguntas.

El más sorprendido por la decisión del tribunal provincial, que da luz verde a que se recupere el pesquero del fondo del mar, era Juan Lucio, quien reconoce su desconcierto por la noticia. Su voz se calla al otro lado del teléfono durante unos segundos. «No sabía nada, estoy trabajando y en unas horas salgo a la mar. Aún así siento una gran satisfacción porque se vaya a cumplir lo que tantas veces hemos pedido», aseguraba.

Tanto él, como el resto de los tripulantes del 'Nuevo Pepita Aurora' que volvieron al puerto con vida, saben que en el fondo del mar se ocultan algunas de las causas que acabaron con la vida de cinco de sus compañeros y la desaparición de otros tres. «Siento mucho orgullo de que los jueces y la gente que manda siga acordándose de nosotros, que somos unos pobres marineros, y de lo que nos pasó», agradecía Lucio. A los pocos minutos, en otro lugar del término municipal de Barbate, José Crespo 'El Manteco' y Bienvenido Notario, otros dos marineros que sobrevivieron a la tragedia, hablan en términos similares a los de su compañero.

«Malo de los nervios»

Ellos sí conocen las últimas noticias y han seguido en los últimos meses mucho más de cerca las investigaciones previas al juicio. En él se deberán depurar las responsabilidades por un suceso que, ni Crespo ni Notario, se han «podido quitar nunca de la cabeza».

'El Manteco' es el más hablador de los dos. Casi tres años después del hundimiento del pesquero barbateño, reconoce aún que se pone «malo de los nervios» cada vez que el tema sale en la televisión o es motivo de conversación. Y eso le ocurre prácticamente a diario. Crespo está en tratamiento psiquiátrico permanente desde hace dos años, y aunque, como buen marinero, reconoce que si debe volver a la mar «lo hará». También asegura que intentará «evitarlo todo lo posible, porque es pensar en navegar y ponerme malo», relata.

Ambos marineros navegaban a bordo del pesquero cuando el fuerte temporal de Levante le dio literalmente la vuelta y lo dejó boca abajo. Según los primeros dictámenes de Fomento, esto se debió a que las falucheras (salidas de agua de cubierta) estaban cegadas y que el barco navegaba con exceso de peso.

Sin embargo, los marineros necesitaban tocar el barco, comprobarlo fuera del agua para saber la verdad. «Llevamos mucho tiempo diciendo que es la única manera de saber a ciencia cierta qué es lo pasó, y sobre todo, que con el barco en tierra los astilleros podrán investigar qué problemas había en su diseño, porque no es normal cinco hundimientos de este tipo de pesqueros», reconocían ayer.

Ese es, precisamente, uno de los motivos principales por el que las familias de los marineros fallecidos, los supervivientes del naufragio, y por extensión, sus representantes legales, han luchado todo este tiempo. «Nosotros sabemos que tendremos que revivir lo que pasó y que nos dolerá recordarlo, pero es necesario que ese barco se reflote. Y una vez que se estudie, lo conviertan en chatarra», solicitaba ayer José Crespo.

Los desaparecidos

Los pescadores tienen claro también una circunstancia que podría dar algo de esperanza a las familias de los tres marineros desaparecidos en el naufragio, cuyos cuerpos aún no han sido encontrados. Según Crespo y Notario, «es muy posible que, al menos uno de los compañeros, esté todavía atrapado en ese barco». Ambos supervivientes recuerdan haber visto a dos de los tres marineros pasar ahogados a escasos metros suyos, momentos después del naufragio, y antes incluso de que llegaran los servicios de Salvamento Marítimo. Sin embargo, -y en esto 'El Manteco' es el más insistente-, es posible que «el cuerpo de uno de ellos esté atrapado en las artes (redes y plomadas) que tenía la embarcación pesquera en su interior».

El naufragio más dramático de cuantos han ocurrido en la provincia en los últimos años sigue muy presente en Barbate, una localidad dedicada históricamente a la mar y a acostumbrada a luchar contra sus elementos para recoger sus frutos, pero que por ello no olvida. La crueldad del destino hace, además, que algunos de los profesionales de la pesca que pudieron salvar su vida aquel día, deban volver a enfrentarse a diario con la fiereza del mar. La necesidad manda, y deben ganarse la vida, a costa de jugársela.