Barbarie consentida

Ahora en Alhaurín, pero da lo mismo dónde ocurra, la maldad humana contra los indefensos continuará mientras lo permitan quienes pueden evitarlo. Los alcaldes miran hacia otro lado cuando a una indefensa vaquilla la golpean cruelmente hasta terminar con ella, salvajismo y maldad, ¿hasta cuándo permitirán estas canalladas? Toros desgarrados, cabras arrojadas desde campanarios como celebraciones de pueblos, gansos con los cuellos doblados hasta la muerte, toros perseguidos campo a través por lanceros a caballo hasta destrozarlos después de haberlos aterrado. Ya está bien, hay demasiada gente que sufre ante esta locura, en nosotros nadie piensa, sólo en dar carnaza a los que disfrutan con el sufrimiento de los que no pueden defenderse, esto dice mucho de nuestro pueblo y de quienes lo gobiernan. Espero que hayan pensado en que los votos de los que no aplaudimos la maldad no entren en las urnas de los que la permiten.