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Alierta percibe que España, como el resto del mundo, «va mejor»
El presidente de Telefónica «no tiene ninguna duda» de que PT aceptará su oferta sobre Vivo
MADRID. Actualizado: Guardar«Tenemos un optimismo fundado, porque desde Telefónica percibimos que el mundo, Latinoamérica, China, Europa y España van claramente mejor y nuestra capacidad de anticipación nos permite posicionarnos por delante de los demás». César Alierta, presidente de la compañía, precisó que en el caso de España el peor momento se situó en el segundo y tercer trimestre del pasado año, y enmarcó en este 'clima' de recuperación económica de los países donde desarrolla su negocio la iniciativa en la que está empeñada la operadora: la compra del 30% de Vivo, líder en el mercado brasileño de telefonía móvil, por 6.500 millones de euros.
Orgulloso de la capacidad de anticipación de la compañía, César Alierta se declaró convencido de que la «impecable» oferta presentada a Portugal Telecom por el 50% de Brasilcel -compañía propietaria del 60% de Vivo- será aceptada por la junta de accionistas de la operadora lusa «por el atractivo nivel de precios y porque incorpora otros aspectos».
Algo parecido debieron pensar los inversores, porque al cierre de la Bolsa PT registró una subida de 1,48%. A las acciones de Telefónica, que habían caído durante gran parte de la jornada, les sentaron bien las declaraciones de Alierta y cerraron con alza del 0,8%.
Que la propuesta de la compañía española se someta a la decisión de la junta de accionistas de PT resulta un factor decisivo, dado que una mayoría del capital de la operadora lusa está en manos de inversores institucionales, para quienes la prima que se ofrece sobre la cotización media de Vivo supone un interesante estímulo.
El presidente de Telefónica restó importancia a los vaivenes de los parqués en los dos últimos meses. Pese a ellos, la operadora sigue figurando entre las 50 mayores compañías del mundo por valor bursátil. «Esto pasará claramente», afirmó.
César Alierta respondía en estos términos a las preguntas de los accionistas que, al término de la junta general, le interrogaron por el futuro. Por tercer año consecutivo, el presidente renunció a la lectura de su discurso, que fue repartido por escrito a los 349 accionistas presentes. Esta circunstancia no impidió que, como es tradicional en las convocatorias de la operadora, representantes de agrupaciones de trabajadores formularan a gritos sus protestas en esta ocasión contra los despidos de cuatro compañeros.
La multinacional española, líder entre las empresas no financieras por beneficios -en el muy complicado 2009 ganó 6.253 millones de euros- es la única de las grandes operadoras del mundo que se compromete a conseguir unos crecimientos de ingresos y resultados de explotación. «Y siempre los hemos cumplido», aseveró, tras recordar que las horquillas para este año van entre el 1% y el 3% en el primer caso y entre el 1% y el 4% en el segundo.
Para reforzar el mensaje de tranquilidad a los accionistas, el presidente ratificó los anuncios de dividendo. La retribución de 2010 ascenderá a 1,40 euros por acción, y el que se distribuya en 2012 será, como mínimo, de 1,75 euros. La Junta de Telefónica autorizó la compañía para adquirir títulos propios. La operadora ha utilizado en varias ocasiones esta fórmula para retribuir a sus accionistas. En 2009, la combinación del pago de dividendos y recompra de acciones propias arrojó un total de 5.516 millones de euros.