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Souza arroja la toalla azulina
«Es lo mejor para la entidad, ya que no confiamos en los administradores, ni ellos en nosotros», denuncia El empresario argentino anuncia que dimite como presidente y consejero y renunciará a las acciones del Xerez
JEREZ. Actualizado: Guardar«Fue un negocio, pero salió mal». Federico Souza ya es «historia» en el Xerez Deportivo. El consejero delegado y máximo accionista de la entidad azulina convocó en la tarde de ayer a los medios de comunicación para anunciar que da «un paso hacia el costado», es decir, que dimite como consejero y presidente del Xerez, un acto que tendrá lugar hoy. Tanto Souza como su equipo de trabajo (Mattos y Löbenstein, ya que Rafael Mateos y Rafael Verdú, de momento, continuarán en el cargo) abandonan y tiran la toalla tras varios meses en los que no han podio gestionar el club: «Llevamos aquí casi seis meses y desistimos. Preferimos que el club lo gestionen los administradores y el director general, que a fin de cuentas son los que mandan aquí».
Las luchas internas y los problemas institucionales ocasionados desde el primer día por la duplicidad de cargos existentes en la entidad han llevado a Souza a tomar una decisión «repensada», pero necesaria, ya que «el club lleva dos meses parado y, como nosotros no podemos trabajar, vamos a dejar a la gente que está que siga trabajando». Y es que el empresario argentino se ha cansado de esperar para poder llevar a cabo «nuestro proyecto, poder gestionar un proyecto deportivo que fue por lo que vinimos en enero. Nuestra idea era desarrollar un proyecto deportivo desde el primer equipo hasta la cantera, pero no hemos podido trabajar. Si no puedo tomar el control del club, no voy a seguir poniendo plata en el Xerez. En esta situación no me interesa seguir. No puedo seguir perdiendo dinero sin poder manejar el club».
Día ajetreado
Un proyecto que, como bien adelantaba Souza en su llegada al Xerez, iba a estar basado en la cantera, el patrimonio y la plata. Además, el argentino confirmaba ayer que, tras la salida de Antonio Fernández Monterrubio, iba a ofrecerle a las peñas tres huecos en el consejo, algo que ahora queda en el aire... o no.
¿Qué pasó ayer para que Souza diera un paso al frente y anunciara ayer que tira la toalla? El argentino se reunió durante horas con los administradores concursales, pero sorprendentemente no entregó ningún tipo de aval: «No he mostrado nada a los administradores, no me ha hecho falta porque ya llevan mucho tiempo demostrándome que no confían en nosotros, por lo que nosotros tampoco confiamos en ellos». Declaraciones que dejan a las claras la guerra civil interna del Xerez, una guerra de la que Souza dejó de lado a Juan Luis Guerra, el administradores elegido por los acreedores: «Nunca me puso ningún impedimento, pero si con el resto no nos vamos a poner de acuerdo, mejor nos vamos».
La sombra de Morales
De forma muy ligera anunciaba Souza su marcha. El club, con serio riesgo de intervención judicial, según declaraban la semana pasada los propios administradores, se queda sin presidencia ni consejo. Souza dimitirá hoy de esos cargos, aunque es diferente su condición de máximo accionista. ¿Qué poder tiene Federico Souza en el Xerez? El argentino compró a Morales el 52% de las acciones xerecistas por tres millones de euros. De esa cantidad, el empresario ha abonado al ex dueño del club un tercio, dejando el resto para el mes de julio y diciembre. «No volveré a poner plata en el Xerez». Souza dejó claro que no piensa abonarle a Morales el resto del pago por las acciones, por lo que la sombra del nazareno acecha: «Quedan dos plazos y pienso renegociar el resto del pago. Si no se llega a ningún acuerdo, seguramente perderé lo que ya he abonado (1.600.000 euros, según el argentino) y Joaquín Morales recuperará las acciones, aunque no sé si querrá volver».
Mientras tanto, Federico hizo en directo un ofrecimiento a las peñas: «Lo principal ahora es conformar un nuevo consejo de administración, que las peñas elijan a sus representantes y ellos vean cómo está el club, ya que nosotros no vamos a seguir». Guante lanzado que huele más a farol que a realidad. La guerra con los administradores es una realidad («No estoy de acuerdo con sus procedimientos», confesaba Souza»), aunque el empresario de Buenos Aires no descarta nada, ni tan siquiera buscar «posibles compradores». Aún así, antes le ofrecerá su bloque accionarial a la afición, una idea que ya sonó antes de que Morales se decidiera por Souza. En definitiva, a Souza sólo le queda respirar, organizar «el nuevo consejo con las peñas» y ver cómo «el presupuesto limitado se va a destinar a ciertos empleados».