PÓRTATE BIEN

Dice Fernando Savater que el paternalismo es el vicio de los gobiernos y de las autoridades públicas de empeñarse en salvar a los ciudadanos del peligro que representan para sí mismo. Una especie de tutelaje, un «no se os puede dejar solos», que cada cierto tiempo nos recuerdan desde lo más alto. Sois como niños. Y como tal os vamos a enseñar. Como a los que se niega la capacidad de decidir, de aprender y equivocarse. Aquí está papá, 'don't worry'. Porque del 'control paternal' a la anulación y a mover los hilos de las marionetas hay un paso bastante estrecho, por cierto. Por eso me agrede un poco la campaña que el Ayuntamiento acaba de presentar bajo el nombre 'Pórtate bien con tu barrio', y no me agrede tanto en el fondo porque evidentemente fomentar la cultura cívica y el cuidado del entorno es, cuando menos, una iniciativa loable, que tendría que ser obligatoria en las escuelas.

Me agrede en la forma, en ese paternalismo encubierto del 'pórtate bien' que todos hemos dicho alguna vez apretando las mandíbulas y como sustitutivo del tortazo que ya no se puede dar. Y sobre todo en esa llamada al chivateo que conlleva la campaña, esa invitación a denunciar al vecino cuando deje aliviarse al perro en la calle, cuando saque la basura antes de tiempo. Porque se sigue esquivando el bache en vez de arreglarlo. La solución no es repetirlo como un mantra, sino poner las bases para que todos sepan cómo comportarse en sociedad. La solución pasa por enseñar, no por corregir. Y ahí sí que fallamos. Lo demás, sólo son campañas.