José Dorado Posada 'Mané'
Actualizado: GuardarSuele decirse que sólo los que mueren reciben en ese momento los cordiales elogios. No siendo el que suscribe nada partidario de los homenajes póstumos, me resulta difícil no dedicar unas muy merecidas líneas a quien como José Dorado Posada, perteneció a una muy buena y querida familia con la que el pueblo de Puerto Real se ha visto y se ve honrada al convivir con tan laboriosos como significados convecinos durante décadas y décadas de ejemplar singladura, al servicio siempre de esta villa desde los ya remotos tiempos de la llegada y establecimiento de sus mayores, hasta sus más jóvenes generaciones. Es difícil que la heredada amistad a lo largo del tiempo transcurrido, me facilite la en todo momento anhelada imparcialidad al referirme a todos y cada uno de los entrañables integrantes de esta familia. 'Mané' Dorado Posadas - y felizmente no es el único caso-, era no sólo un hombre bueno sino muy culto de aquellos que por las imperiosas razones de la época que le tocó vivir fue forjándose una innata cultura autodidacta que sólo puede otorgar la universidad de la vida. Con 'Mané' podía hablarse de los más diversos temas, ya que sin restarle un ápice a su intenso trabajo desde su más temprana edad inserta en la más explícita honradez (feliz herencia de sus ya inolvidables padres), José Dorado hacía noble acopio de innúmeros saberes, enriqueciéndonos a todos los que le tratamos, llevando a cabo con la sencillez proverbial en su familia toda. Sin hacer vana ostentación de lo vivido y leído, haciendo gala de un alto y anhelado sentido de la ecuanimidad, iba desgranando con manifiesta deleitación muy interesantes pasajes y detalles históricos, como corresponde a un hombre de un muy cultivado espíritu, inherentes a sus conocidas ansias de saber, alejándose de los asuntos tópicos, trillados por su uso excesivo. José Dorado Posada 'Mané' con su grata conversación hacía realidad últimamente ya jubilado desde un banco de El Porvenir cerca de su hogar, la frase de Stevenson: «Las personas que más queremos se van demasiado pronto».
alfonso aguirre cabezas.