La cooperante española acepta su deportación

MADRID. La cooperante española Laura Arau, presa en una cárcel israelí tras el sangriento abordaje del Ejército hebreo al barco en el que viajaba, aceptó ayer ser repatriada a España tras firmar el acta de deportación. La activista podría regresar hoy o mañana después de llegar a un acuerdo con las autoridades israelíes con el que evitará salir de territorio israelí sin cargos y, sobre todo, alargar su encarcelamiento con un proceso judicial que debería terminar con una orden de expulsión.

Arau llegó a un trato ayer, después de que las autoridades de Tel Aviv comenzaran a ofrecer este salvoconducto a los 600 activistas que integraban la 'Flotilla de la paz' que fueron arrestados la madrugada del lunes a 90 millas de la costa, en aguas internacionales. La negociación se produjo primero con las mujeres que integraban la expedición humanitaria y hoy está previsto que se haga con los hombres, entre ellos el también cooperante Manuel Tapial y el periodista David Segarra.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, cuya legación diplomática en Tel Aviv lleva las negociaciones, confía en que ambos tomen el mismo camino y firmen su deportación para no demorar su encarcelamiento. Los tres españoles, que se encuentran en «buen estado físico y anímico» en un centro de detención de Beersheba, al sur de Tel Aviv, se negaron en un primer momento a firmar el acta tras desembarcar del 'Mavi Marmara', el barco de bandera turca que lideraba la expedición que pretendía romper el bloqueo de Gaza.

Eran reacios a aceptar su repatriación o deportación voluntaria porque creían que ello supondría el reconocimiento de haber entrado de forma ilegal en Israel.