Aena se aprieta el cinturón para abandonar las pérdidas en 2013
El gestor aeroportuario apuesta por la liberalización de algunos servicios y la contención de las obras en los aeropuertos
MADRID. Actualizado: GuardarLa austeridad es la palabra de moda, y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) tampoco se salva de la corriente de ahorros impuesta por el Gobierno. La compañía, que desde su creación en 1991 se financia sólo con sus ingresos y su capacidad de endeudamiento, necesita adelgazar y ponerse 'guapa' a las puertas de su privatización.
Por eso ha puesto en marcha un intenso programa de reducción de costes y mejora de la productividad a cuatro años. Un plan con el que tratará de adelantar a 2014 su entrada en beneficios (en el presente año espera perder 428 millones de euros) y empezar a reducir un año antes su abultada deuda, que el próximo 31 de diciembre llegará a 12.104 millones y seguirá aumentando después hasta los 13.140 millones de 2013, cuando ese agujero empezará a achicarse. En este sentido, Aena subraya que el 69% del crédito está en manos de la banca pública, lo que da cierta estabilidad al balance.
Así lo explicó ayer en el Senado el presidente de la empresa pública, Juan Lema, quien relató los pormenores de un intenso y extenso plan de choque con numerosas vertientes. Los puntos fuertes de esa 'hoja de ruta' pasan por la mejor gestión de los costes generales y laborales, la mejora de la productividad de la plantilla -sobre todo de los controladores-, la liberalización de algunas actividades, la renegociación con los proveedores o el replanteamiento del calendario de obras en los aeropuertos. El ahorro global previsto entre 2010 y 2013 rozará los 1.700 millones.
Lema fue directo: Hay que ahorrar y mejorar la gestión. Para empezar, y con la ley 9/2010 -la que impuso el recorte a los controladores- en la mano, muchas cosas van a cambiar.
Hay que ser más atractivos y las tasas de navegación aérea en ruta deben bajar un 15%. Lo que hará que las aerolíneas se ahorren 125 millones. La tasa de control, que depende del sueldo de los controladores, debe bajar en 300 millones, de lo que ya se ha encargado el 'decretazo' aprobado por el Gobierno y convalidado por el Congreso.
Lema aspira a reducir el gasto de personal de todos los empleados sujetos al convenio general de Aena. Para mejorar la eficiencia, la empresa está renegociando a cara de perro sus contratos de alquiler, de electricidad y gas o de mantenimiento. Y estudia la modificación de sus normas de contratación para programar todas sus obras con más orden.
Obras más modestas
Se trata de evitar que los futuros proyectos de ampliación o mejora de los aeropuertos caigan en el pecado del exceso, convirtiendo las instalaciones en gigantes de oro vacíos de pasajeros. Cualquier obra se hará pensando sólo en los tráficos de los siguientes cuatro años. Se licitarán los proyectos más pequeños, por módulos y con rigurosas exigencias de aquilatar costes.
Incluidas las empresas públicas de ingeniería. A estas 'amigas', tradicionalmente muy caras, se les ha advertido de que deberán dar precios mucho más competitivos.
«Con estos criterios no sería necesario iniciar a corto plazo las grandes actuaciones previstas actualmente ya se podrían reprogramar en el tiempo», afirmó Lema. El presidente de Aena reconoció, además, que las posibilidades de incrementar los ingresos son muy limitadas. Quizá, la única será la ampliación de precios privados y no tasas en las instalaciones de los aeropuertos (a excepción de en el campo de vuelo) tal y como apunta el nuevo modelo que prepara el Gobierno para Aena.