PELOTAZO
Actualizado: GuardarDar un pelotazo es hacer algo sorprendente, alegrando al amigo y desconcertando al enemigo por lo inesperado que suelen ser. No ocurren todos los días y aunque se busquen no se da porque uno quiere, simplemente se da. Y el Cádiz dio el domingo un pelotazo. Nadie esperaba que pasara pues no ganábamos fuera desde los tiempos de Machicha, pero lo hizo en el momento oportuno y en el campo oportuno. El momento no pudo ser mejor, pues de haber perdido o empatado nos hubiéramos metido otra vez en zona de descenso cargando de ansiedad a una plantilla y a unos aficionados que no estamos para muchos trotes, y hubieran convertido los tres partidos que quedan en acontecimientos no aptos para cardiacos. Y el lugar también fue el soñado, porque por fin hemos saldado una cuenta pendiente, metiendo además al Nástic, que se sentía tranquilo en mitad de la tabla, en este 'sálvese quien pueda'. Ahora hay no menos de siete equipos implicados, y eso es bueno porque todos no pueden ganar a la vez, pero también es peligroso pues la clasificación es engañosa, pues el que se encuentra el decimosexto si pierde un partido se cae al boquete. O sea que no hay nada hecho, sólo estamos a dos puntos de la lista negra, pero es mejor estar como estamos que como estábamos. Todo el mundo pone los 50 puntos como meta para salvarse, pero a mí me parece que en esta ocasión van a hacer falta un par de ellos más, para no estar el último partido con la radio pegada a la oreja y con el corazón como un caballo de carreras. Así que el sábado tenemos otra final, no se pueden bajar los brazos, ni dar los tres puntos por perdidos ya venga la Real o el Inter. Ganando sí se vería todo mucho más fácil. Por lo tanto todos a presionar, todos a explicarles a los jugadores que no hay nada ganado, todos a animar como si fuera el último cartucho. En definitiva nos vemos todos el sábado en Carranza.