Detenidos y agobiados
La banda echaba antes sus redes en caladeros oceánicos y hoy mete el retel en un estanque
Actualizado: GuardarEl ritmo de detenciones al que la Policía española está sometiendo a la banda terrorista que ustedes conocen se produce a la par de la reducción drástica del terrorismo callejero y en medio de la más absoluta indiferencia de la población vasca respecto del presente de estos individuos. La banda terrorista es ahora noticia por sus consecutivas caídas y porque la Policía anuncia después de cada captura quiénes son los sustitutos. Esta celeridad en desvelarnos los nombres e identidades de los que empiezan la cuenta atrás para irse a la cárcel, nos habla del afinado nivel de información que posee la Policía española respecto de los entresijos y de la estructura de la organización criminal.
Además, la banda se encuentra con que antes echaba sus redes de captación en caladeros oceánicos y ahora mete el retel en un estanque. En los últimos años ha disminuido de manera considerable el volumen de vascos dispuestos a apuntarse a una banda terminal, que garantiza cárcel a corto plazo y que pierde apoyos día a día. Antes contaban con gente que se destinaba al terrorismo callejero; de ellos, había quienes pasaban a la banda, pero otros desempeñaban otras tareas dentro de la estructura civil. No había problemas de recluta. Hoy no hay terror callejero, entre otras cosas, para no quemar antes de tiempo a los terroristas que se necesitan para la depauperada banda. Estas buenas noticias que provienen del grupo terrorista deberían ser valoradas por todos, incluso por aquellos que hace muy poco decían, llenos de irresponsabilidad, que los criminales estaban más fuertes que nunca. Lo cierto es que, aunque la banda pueda volver a asesinar, la sucesión de golpes policiales y la sensación de fracaso que se instaló a raíz de la ruptura explosiva del proceso para el final de la violencia en sectores que antes apoyaban a los criminales, han minado considerablemente a la organización terrorista.
Andan obsesionados con presentarse a las próximas elecciones municipales, clavo ardiendo al que se agarran movidos por el pavor que les produce desaparecer de esas instancias que les dan poder político y dinero. Es más que posible que aprovechen las siglas de EA, partido nacionalista en liquidación por cese del negocio y que podría hacer ese favor a los batasunos para no desaparecer electoralmente. Van a tener muy difícil colar alguna lista, pero es seguro que tanto los que pegan tiros, como sus menguantes seguidores, harán todo lo posible por no perder esa última referencia de poder político. Todo lo posible incluye una eventual declaración de tregua, con la que tanto se especula. Deberían saber los terroristas que, a estas alturas del curso, la inmensa mayoría de los vascos sólo quiere saber de ellos el día y la hora en que cierran el tinglado terrorista.