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Dimite el presidente de Alemania por unas declaraciones sobre Afganistán

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El presidente de Alemania, Horst Köhler, renunció ayer por sorpresa a su cargo, una decisión que ha consternado a la nación y al mundo político germano. La ola de críticas que había recibido en los últimos días por sus declaraciones relacionadas sobre el rol de las Fuerzas Armadas alemanas en Afganistán, en las que vinculó la misión con la defensa de los intereses económicos y comerciales del país, ha sido la desencadenante de su renuncia.

Durante una breve declaración leída en el palacio Bellevue, Köhler lamentó que sus manifestaciones hubieran provocado un malentendido sobre un aspecto que calificó como «importante y difícil» para Alemania. Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, dijo que abandonaba porque se había perdido el respeto al alto cargo que desempeñaba, pero afirmó que eran carentes de todo fundamento las afirmaciones de que hubiera apoyado una misión militar para la salvaguardia de intereses económicos.

«Las críticas han llegado al punto de asegurar que defiendo intervenciones de la Bundeswehr (Ejercito federal) que no están cubiertas por la Ley Fundamental. Carecen de toda justificación y han dañado el respeto a mi cargo», dijo el dimitido, quien estuvo acompañado de su esposa durante su breve y emotiva comparecencia ante la prensa. «Por esta razón anuncio mi renuncia inmediata y espero que comprendan mi decisión. Fue un honor servir a Alemania», añadió.

La polémica en torno a Köhler se inició cuando el 22 de mayo sugirió a la emisora Deutschlandfunk, después de una visita a la base militar germana en Mazari Sharif, que la misión en Afganistán también tenía como objetivo defender los intereses económicos. «Un país de nuestras dimensiones y orientado había el comercio exterior y dependiente de él tiene que saber que, en caso de urgencia, la misión militar es necesaria para salvaguardar nuestros intereses. Por ejemplo, asegurar la libertad de las rutas comerciales o impedir la inestabilidad en toda una región, lo que tiene un impacto negativo en nuestras oportunidades comerciales, empleos e ingresos», dijo Köhler. «Todo esto debería discutirse y creo que no lo estamos haciendo demasiado mal», añadió.

Las declaraciones del presidente causaron malestar en la oposición, cuyos líderes acusaron al ya ex presidente germano de tener ambiciones imperialistas.