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«Sólo somos el nexo de unión entre los productores y el consumidor»
Este experto se queja de que en España no exista formación gratuita para los que quieran dedicarse a su profesión Bruno Murciano Mejor sumiller de España en 2008
JEREZ. Actualizado: GuardarEste valenciano apenas supera la treintena, pero ya ha sido jefe de sumilleres en el Ritz de Londres, fue elegido el mejor sumiller de España y ahora trabaja en una importante empresa británica importadora de vinos, con más de 1.000 referencias. Y estos días está en Vinoble.
-¿Su trabajo consiste sólo en comprar y vender vinos?
-Es parte de la tarea, pero mi labor principal es la formación en los sitios en los que no hay sumiller, por ejemplo hoteles como los de la cadena Hilton, a los que hago la carta y el reciclaje del personal para que sepan qué vinos se sirven por copas o cómo promocionarlos.
-¿Cómo empezó en este mundo? Debió ser a muy temprana edad.
-Mis padres abrieron un bar cuando yo tenía seis años y ahí entré en contacto con el mundo de la restauración. Luego estudié hostelería en Castellón y en el último año hice un intercambio con franceses. Allí descubrí que le daban al vino un trato que yo nunca había visto.
-¿Nos llevan mucho adelanto a la hora de disfrutar y de saber entender el vino?
-Luego nos quejamos, pero en Francia desde niños se les inculca esa cultura y ese cariño por los caldos. Por eso me fui a Francia a estudiar. Y en Toulouse, en el año 2000, empecé un curso de sumiller.
-¿Fue muy costoso acceder a esa formación?
-No. Es precisamente en España donde si no tienes padrinos o ciertos contactos tienes un difícil acceso a la sumillería. En Francia los cursos los ofertan las escuelas de hostelería gratis, mientras que aquí tienes que pagar por ellos.
-¿Aquí no encontró oportunidades para formarse?
-Yo quise ser sumiller en España y todos los cursos eran privados. Y me fui a Francia porque aquí no había opciones. Es una pena que esta profesión no esté considerada por la educación en España. Aquí hay demasiados interesados en dar cursos para su propio interés económico, y no para transmitir una pasión.
-Pero a usted le fue muy bien yéndose fuera...
-Efectivamente. Enseguida encontré trabajo, y estuve dos años en Toulouse y otro en París. Y en septiembre de 2002 me fui a Inglaterra para aprender el idioma. Y allí sigo. Llegué a ser jefe de sumilleres del Ritz con 24 años. Ni siquiera querían nombrarme oficialmente hasta que cumpliera un año más.
-¿La juventud es un hándicap en esta profesión?
-Sin duda. En Francia la figura del sumiller es el señor con el bigotito, muy meticuloso. En España ocurre igual. Parece que sólo se puede ser así, y trabajar en restaurantes muy pijos y muy caros.
-¿Hay un cierto cliché clasista respecto al sumiller?
-Sí, y parece que un sumiller sólo es el que sabe mucho de vinos. Pero cualquiera que tenga un negocio y esté interesado por los vinos lo puede ser. En España es una figura todavía mística, pero la gente debe saber que sólo somos un punto de unión entre productor y consumidor.
-¿Sigue siendo el Reino Unido la referencia mundial de los compradores de vinos?
-Allí tenemos los vinos de todo el mundo, es el epicentro mundial del mercado del vino. Ahora hay nuevos mercados, pero sigue siendo el más importante tanto en volumen como en valor.
-¿Qué le parece Vinoble como feria comercial?
-Es la segunda vez que vengo, y me encanta como feria. Lo que me gustaría saber es hasta donde llega luego. Porque sé que viene mucha gente por el sitio, que es precioso; por el clima; porque es Jerez; pero quisiera saber si aquí se cierran operaciones.