
Zapatero prepara al PSOE para afrontar una huelga general si hay 'decretazo'
Los socialistas están dispuestos a sacrificar paz social en aras de la reforma laboral que piden los mercados financieros
MADRID. Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero se dirigió ayer a la dirección de su partido con un mensaje claro: el PSOE debe prepararse para volver a apretar los dientes y pasar otro trago amargo porque la reforma laboral se tendrá que hacer, casi con toda seguridad, por decreto. El presidente del Gobierno -que la semana pasada anuló un viaje a Brasil para, supuestamente, dedicarse en cuerpo y alma a este asunto- ha visto cómo sindicatos y empresarios llegaban al plazo límite dado por el Gobierno para llegar a un acuerdo sin alcanzar frutos. Zapatero dará unos días más para que lo intenten, pero los socialistas ya han interiorizado que su líder tendrá que «asumir su responsabilidad» y legislar por su cuenta.
La secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, defendió al término de la reunión de la comisión ejecutiva que lo importante es sacar adelante una reforma que permita «crear empleo y de mayor calidad». «Es la mejor garantía para los ciudadanos en este momento», alegó. La convicción de que flexibilizar el coste del despido permitirá rebajar el elevado índice de paro de España y generar crecimiento económico es muy reciente en el partido del Gobierno. Hace apenas unos meses el propio Zapatero ponía ambas máximas en cuestión.
Ahora, después de haber dado el paso de rebajar el gasto en tres elementos clave del Estado social -pensiones, dependencia y empleo público-, los socialistas han abrazado el discurso de sus opositores y están dispuestos a sacrificar otra de sus señas de identidad, quizá de la que más habían presumido a lo largo de la legislatura, para calmar a los mercados. La paz social está en riesgo, pero entre los dirigentes socialistas ya se empieza a aseverar que no hay por qué tener pánico a una huelga general. «En 1988 hubo en este país una huelga, y otra en 1992, y después de ambas Felipe González volvió a ganar las generales; el que era ministro de Trabajo en la primera (Manuel Chaves) -insiste un miembro de la ejecutiva- tuvo cinco mayorías absolutas en Andalucía».
Igual que con el 'tijeretazo', el PSOE apela en este caso a que Europa obliga y a que todos los países de la eurozona sin excepción están llevando a cabo medidas similares. «Frente a la crisis no hay caminos nacionales -argumentó el propio Zapatero en un acto ante parlamentarios de la UE en el Congreso, previo al encuentro con su partido-, hay contribuciones, esfuerzos y deberes nacionales en el seno de un único camino europeo». «En ningún caso la tarea está siendo fácil, porque nadie había diseñado la hoja de ruta para enfrentarse a un reto de tanta magnitud», añadió.
Cuestión de tiempo
Es raro encontrar un socialista que no admita que está pasando un mal trago o que en el partido hay desasosiego. Las encuestas de los últimos días no ayudan a calmar los ánimos. La mordida del PP amenaza incluso los feudos más fieles al PSOE. Pero los dirigentes del partido se han instalado en una actitud defensiva. Repiten que aún queda mucho para las elecciones, que ahora es el momento de aguantar el chaparrón y que cuando las medidas económicas empiecen a dar frutos todo se verá de otro color. Por eso los populares, dicen, presionan para un adelanto electoral, pero «el tiempo corre a nuestro favor».
El último en reclamar a Zapatero que convoque elecciones -un paso que Mariano Rajoy aún no ha dado- fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Justo antes de visitar la casa de su comunidad en Sevilla defendió que el jefe del Ejecutivo debería pensar si resulta «más útil» al frente de un Gobierno «a la deriva» o disolviendo las Cortes y consultando a los ciudadanos en cuanto acabe la presidencia de turno de la UE, en julio.
Pajín replicó que lo que se necesita ante la menor estabilidad económica es «mayor estabilidad política» y acusó al líder del PP de no ser capaz siquiera de mostrar coraje para dar el paso. «Ya ha perdido las elecciones dos veces y ahora espera a que alguien las convoque o las pida por él», reprochó.