Jesús Fontao, responsable del local, posa en el establecimiento en Chiclana junto a la publicidad. :: J. M. A.
Chiclana

Tarifa plana gastronómica

El restaurante pone en marcha una original campaña en la que sus comensales pueden degustar cualquier ración por sólo seis euros Casa Bernardo rebaja los precios de su carta para paliar la pérdida de numerosos clientes por culpa de la crisis

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Otrora uno de los negocios de hostelería más exclusivos del municipio, el restaurante Casa Bernardo, fundado en 1996 y reformado por completo hace tan sólo cuatro años, lleva unas semanas aplicando la máxima de «la misma calidad, pero a menor precio».

El local ha puesto en marcha una campaña en la que sus clientes pueden consumir cualquier ración de su carta a un único precio: 6 euros. Así, y como si de una especie de tarifa plana culinaria se tratase, el establecimiento chiclanero completa su rebaja de precios «para adaptarnos a la crisis», con otras suculentas ofertas permanentes en el coste de otro tipo de platos más elaborados, como las carnes a la parrilla, el chuletón de Ávila, o los pescados de la zona.

«La verdad es que hemos notado un importante incremento de clientes». Así lo ratifica el responsable del restaurante ubicado en la carretera de La Barrosa, Jesús Fontao, que no pone fecha tope para los descuentos. «Seguiremos con las raciones a 6 euros hasta que la situación económica general mejore», augura.

Esta original iniciativa que ha puesto en marcha este restaurante está permitiendo a sus propietarios «mantener a todos nuestros trabajadores, porque tenemos menos beneficios pero, al menos, no perdemos dinero», explican.

Mucha competencia

Cualquier fin de semana en este restaurante es posible ver largas colas para comer, «cuando antes apenas teníamos 10 ó 15 mesas llenas», asegura Fontao.

Y es que la crisis económica se está dejando notar muy mucho en el sector de la hostelería, que en la localidad chiclanera no puede vivir sólo de la temporada alta.

En los últimos meses varias varios de los locales de ocio y restauración de la ciudad han cerrado sus puertas por culpa de la crisis. Otros, como es el caso de Casa Bernardo, prefieren tirar de imaginación y creatividad para subsistir. «Teníamos que adaptarnos a esta situación, y lo hemos hecho. Tenemos un buen restaurante y nuestros clientes salen satisfechos. Todos salimos ganando».