«Cuesta encontrar lo que buscas pero está todo a muy buen precio»

Los escaparates no olvidan los gatos de la suerte que saludan sin descomponerse o los buda que se acarician la barriga de forma inexplicable. Dentro, entre las infinitas estanterías cargadas de una amplia variedad de productos se pasean los gaditanos que han descubierto en estos establecimientos una caja de sorpresas. «Nos hemos acostumbrado a ir al chino», aseguran. Y todo ello, aderezado por la asequibilidad de todos los productos, que, además, según comentan los compradores, «no se encuentran con facilidad en otros comercios». La mayoría acude a estas tiendas multiprecios para encontrar material de menaje, limpieza, papelería, juguetería, cosmética, ropa o perfumería.

Fuera la vieja timidez

Uno de estos negocios saca ya a la calle buena parte de su oferta. Y ello llama la atención cuando es la desconfianza asiática sobre los compradores una queja habitual entre los consumidores. Multitud de sillas de playa se extienden en la acera. No falta, sin embargo, la permanente presencia de un chico vigilándolas. Algún cartel anuncia: «Aquí tiene cosas de comunión, cosas de feria». Mientras, metros más allá, otro anuncia que tiene zapatillas de deporte a cinco euros.

«Yo vengo poco porque me marean, me cuesta encontrar lo que busco pero está todo a buen precio», dice Rosi Rodríguez mientras Isabel recuerda «el sombrero bombín para el teatro escolar del niño» que le localizaron. Y, con todo, no falta quien, como Antonio López aún recuerda: «Una vez fui a comprar una escobilla para vasos y pasó una hora para que quien me atendió me entendiera lo que le estaba pidiendo».

Encantada, sin embargo, Chari Fernández apunta que «busqué un sombrero vaquero para el niño y me buscó los diecisiete que necesitaba toda la clase, estuvo encantador». Lo mejor, y en esto coinciden todos, son los buenos precios.