ESPAÑA

Rajoy acusa a CiU de dañar a España por salvar a Zapatero

El líder del PP defiende que la derogación del decreto hubiera obligado al presidente a convocar elecciones

MADRID. Actualizado: Guardar
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El exiguo respaldo que el Congreso otorgó al decreto del Gobierno para reducir el déficit público, aunque esperado, deparó cierta desilusión en las filas del PP. Lo que, según los populares, debió ser «el principio del fin» de José Luis Rodríguez Zapatero, o lo que es lo mismo, el paso clave para «acelerar» la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa, se convirtió en una nueva inyección de oxígeno para el Ejecutivo socialista.

Al PP se le avinagró aún más esta sensación al constatar «con gran asombro» el papel de 'hombre de estado' que tanto el PSOE como diversos analistas atribuyen a Josep Antoni Duran i Lleida por permitir la convalidación de las duras medidas de ajuste económico suscritas por el Ejecutivo socialista y demandadas por la Unión Europea.

Mariano Rajoy, lejos de alabar la postura del dirigente nacionalista catalán, acusó ayer a Duran i Lleida de perjudicar los intereses de España al «prolongar la agonía» de Zapatero. El líder del PP, en una reunión del Círculo de Empresarios en Sitges, ironizó sobre el papel que jugó el representante nacionalista. A su juicio, lo que CiU le dijo a Zapatero fue: «Yo en usted no creo, usted se tiene que ir, le voy a votar en contra los Presupuestos, pero espere cinco meses para convocar las elecciones». Y es que la tesis del PP es que el único objetivo de la formación catalana el jueves fue evitar un adelanto electoral que hiciera coincidir las generales con las autonómicas catalana, previstas para otoño.

Rajoy dejó claro que, más allá del decreto-ley, la verdadera cuestión que se dirimió en el Congreso fue la continuidad de «una política fracasada, de un gobierno en el que nadie cree ya». El PP defiende que sin la abstención de CiU, a Zapatero sólo le habrían quedado dos caminos: someterse a una moción de confianza o disolver el Parlamento y convocar elecciones adelantadas.

Prudencia

El jefe de la oposición, a preguntas de los asistentes al foro, negó que España hubiera corrido la misma suerte que Grecia si el plan de ajuste no hubiera salido adelante. Una tesis defendida por el líder de CiU, Artur Mas. «Esto es muy serio y además no es cierto», declaró antes de reclamar «prudencia» a los dirigentes políticos en relación a posibles intervenciones en la economía española.

Las populares también dirigieron sus ataques hacia sus antiguos socios de Unión del Pueblo Navarro. De hecho, acusaron al Gobierno de «salvarse gracias al tránsfuga de UPN elegido con las siglas del PP», en alusión al diputado Carlos Salvador, al que además acusaron de «estafar a sus electores».

Rajoy entiende que el PP, pese a los reproches, sí ha actuado pensando en el interés general del país. Recordó que lleva más de un año advirtiendo de la necesidad de incrementar la disciplina fiscal, potenciar la austeridad presupuestaria y acometer reformas estructurales como la laboral o la del sistema financiero. «Y por decir eso fui tildado de catastrofista, antipatriota o apocalíptico», remachó el dirigente popular en Sitges.

Ayer también fue un día para negar contactos telefónicos. El máximo dirigente popular negó que le hubiera llamado la canciller alemana, Angela Merkel, para solicitarle que apoyase el ajuste impulsado por Zapatero. Fuentes de la dirección nacional del partido, además, «desmintieron rotundamente» que Rajoy y Zapatero hubiesen hablado en varias ocasiones sobre el decreto e instan al Gobierno, que ha informado de tales contactos, que aclare las circunstancias de «esas conversaciones inexistentes». Sin embargo, Rajoy no refutó el jueves que hubiera hablado, al menos una vez, con el presidente.