Mariano Rajoy, durante la intervención en la sesión de control al Gobierno celebrada ayer en el Congreso. :: EFE
ESPAÑA

El Ejecutivo espera ratificar el recorte con una votación de infarto en el Parlamento

Los socialistas sólo cuentan con sus 169 votos, mientras que los contrarios al recorte, PP, PNV, UPyD y la izquierda, suman 168

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno está convencido de que el Congreso ratificará hoy el real decreto-ley que aprobó hace una semana, con el que recorta el sueldo a los funcionarios una media del 5% y congela las pensiones en 2011, pero sabe que, en todo caso, lo conseguirá por los pelos y después de escuchar críticas demoledoras de todos los grupos del hemiciclo.

La previsión socialista es que la norma, que también impide que los ayuntamientos se endeuden el próximo año, que retira el cheque-bebé y que reduce la inversión en infraestructuras, salga adelante con el único apoyo de sus 169 diputados y gracias a la abstención de CiU, Coalición Canaria y UPN. Si la abstención nacionalista se confirma, los apoyos socialistas contrarrestarían a PP, PNV, UPyD e izquierda (ERC, IU, BNG y Nafarroa Bai), que votarán en contra y sumarán 168 escaños.

Tan apretada va a estar la votación que el presidente del Gobierno va a participar en ella, pese a que tiene programado un viaje a Brasil. Volará más tarde de lo que tenía previsto y la demora ha motivado la suspensión de una cena con el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva.

Los populares y el PNV anticiparon ayer que rechazarán el decreto-ley. El PP sólo cambiará de opinión si el Gobierno acepta renunciar a la congelación de las pensiones. Para renunciar a ese recorte, que supondrá un ahorro de 1.500 millones de euros, propondrá que se suprima la Vicepresidencia Tercera, los Ministerios de Vivienda e Igualdad y se fusione los de Sanidad y Trabajo y Educación y Cultura, así como que se recorte una cuarta parte de los altos cargos.

Según el PP, su plan permite ahorrar 3.000 millones. La portavoz opositora, Soraya Sáenz de Santamaría, indicó que el problema es que al Gobierno «le resulta más fácil congelar la pensión a un jubilado que quitarle la cartera a un ministro». El Ejecutivo contestó que el problema que tiene España es que el PP será la única oposición del continente que no apoyará a su Gobierno con el recorte del déficit público porque, según dijo la vicepresidenta primera, «no ha pasado el test europeo» ya que está inmersa «en el juego de las carreras electorales».