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«La estupidez del franquismo es inconcebible en estos tiempos»
Antonio Fraguas, Forges, ejerce de consorte literario con su esposa en la presentación de 'La posguerra vista por una particular y su marido'
CÁDIZ. Actualizado: GuardarForges da un paso atrás para dejar que su esposa, autora del libro 'La posguerra vista por una particular y su marido' desmenuce los sentidos de su obra, pero su verbo inteligente le impide quedarse en silencio a cada pregunta que se lanza al aire. «Es ella, la verdadera artífice», dice con orgullo, aunque su sello también está en el libro, ilustrado con las viñetas que le han dado un nombre propio en el humor gráfico. Y en cierta forma también tiene buena parte de culpa de que ese libro, que fue presentado ayer en el Centro Municipal de la Mujer, vea la luz: «Lo tenía escrito desde hace tiempo y estaba cargado de mucha visceralidad; propia de la visión que podía tener cuando era más joven», Pilar Garrido no ha hecho ningún estudio ni ha rescatado ninguna nueva teoría sobre un periodo muy manido, en cualquier forma expresiva cultural, como es la posguerra: «Nadie ha contado lo que yo cuento en este libro». Simplemente porque es un recorrido por lo que fue el día a día de una persona normal, de clase media, en una ciudad como Madrid que se recuperaba de un momento muy duro. «Relato experiencias de cómo vivían la gente normal, como yo, cuando escaseaba de todo y era complicado salir hacia delante». Por eso cuando se le pregunta por esa visión optimista que otros dicen que rezuma el libro, lo niega: «Eso dicen, pero es un periodo triste. Había poco dinero y se instauró la cartilla de racionamiento. Hasta el tabaco era reciclado».
En ese momento le viene a la cabeza una serie de televisión, Amar en tiempos Revueltos: «Cuando la veo, pienso que no tiene nada que ver con esa época, sería más bien la posguerra de los 70». Se refiere a detalles como los «hombres que no paran de fumar. Pero si sólo había de picadura y sin boquilla».
Pese a «lo gris» del momento que describe en las páginas del libro, la aportación de su marido le añade ese toque de humor, aunque Pilar Garrido apuntilla: «Yo siempre he sido muy graciosa y quizás la forma en la que tengo de contar las cosas hace que se transmitan de otra forma». Forges no pierde ripio y sentencia: «La estupidez en el franquismo es absolutamente inconcebible en estos momentos. O te lo tomabas en broma o te tenías que ir a otro sitio». Esa actitud, como relata el humorista gráfico, pasaba inexorablemente por burlar al censor, que con la tijera cortaba todo aquello que disgustaba al régimen, sin que se sintiera ofendido. Lo que viene a ser la fina ironía o la sátira disfrazada.
La pregunta es obligada, teniendo a escasa distancia del lugar donde se estaba produciendo esta entrevista a 300 periodistas debatiendo sobre el futuro de la profesión. Y es que Antonio Fraguas, Forges para el resto de la humanidad, tiene en la prensa escrita su vehículo de transmisión: «Los periodistas son más baratos si están sentados en una redacción, que si están investigando. Y debéis estar en la calle». No es el único problema que observa Forges en su análisis de la profesión: «Encima hay mucha gente que dice que es periodista, que la contratan como tal y que no lo son. Recuerdo una frase de mi padre que me decía ésta es una de las pocas profesiones que le honra al que la abandona». Su mujer, con la que lleva más de 40 años compartiendo vida y a la que le rogó en repetidas ocasiones que escribiera hasta que lo consiguió, coincide en la misma apreciación: «Ya no se leen apenas temas de investigación. Muchos periodistas se limitan a transmitir lo que dice un político y a veces mal incluso».
Una última apreciación sobre 'La posguerra vista por una particular y su marido', la autora le encuentra hasta beneficios para la salud: «Es bueno para el alzhéimer», bromea Pilar Garrido, quien da unas últimas pinceladas: «No es ninguna obra de arte porque no aspira a ello. Es entretenido y habrá mucha gente que le traiga recuerdos».