Vientos de fusión
El saxofonista gaditano Carmelo Muriel presenta esta noche en la Lechera su disco 'El jardín de las naranjas'
CÁDIZ. Actualizado: GuardarDesde que escuchara a Miles Davis evocar una saeta desgarradora con su trompeta en 'Sketches of Spain' allá por los años sesenta, el saxofonista y flautista gaditano Carmelo Muriel se quedó fascinado por la capacidad del genio del jazz de rescatar uno de los cantes más arraigados en la cultura española y conferirle una personalidad propia. Según el músico, esta proeza inspiró a muchos de los precursores del flamenco-jazz, que comenzaron a acercarse al lenguaje de los cantes antiguos desde la elegancia y la espontaneidad de esta música contemporánea. «Se trata de entrar en los cantes de forma pura, sin arreglos» y los instrumentos de viento «están más cerca de esta línea».
Curtido en los escenarios y los cursos del 'Taller de músicos' de Barcelona, donde recibió clases de Perico Sambeat, Marc Miralta, Jorge Pardo o Chano Domínguez, Muriel decidió virar su carrera jazzística en busca de una personalidad propia. Así, buceó en las rondeñas, bulerías, soleás y tangos en busca de nuevas sonoridades. «Quería expresar ese lenguaje tan poderoso y atractivo, que comparte muchas similitudes con el jazz», apunta Muriel, que se ha codeado con guitarristas como el Niño la Leo o Nono García en su afán por acercarse a la tradición flamenca. Así surgió el proyecto 'Flamencologie', formación con la que ahora presenta su primer disco como líder, titulado 'El tiempo de las naranjas'.
Tras actuar en Jerez y El Puerto, esta noche Carmelo Muriel visitará la Central Lechera junto a Nono García, el contrabajista Piet Verbist y el batería Juan Sainz. Un cuarteto de cuerda al que se sumará el toque de Niño la Leo, una bailaora y algunos palmeros sobre el escenario.
'El tiempo de las naranjas' refleja ese «jardín personal que todos hemos de cultivar para ser mejores personas», aclara Muriel. Todo «un canto a la individualidad». El disco, que salió a la venta en diciembre, rinde homenaje al mundo francófono, «muy respetuoso con el flamenco». En Francia y Bélgica, afirma Muriel, «se han editado discos antes de ver la luz en España». «'Flamencologie' empezó siendo un grupo con un cantaor, un bailaor y un músico de jazz», recuerda el saxofonista. «El bailaor era belga, el contrabajista que trabaja conmigo también lo es y además, Nono estuvo mucho tiempo en Bélgica», de ahí el tributo. Es más, después de la minigira gaditana, Muriel y su banda viajarán al país europeo, donde tienen programadas varias actuación es.