El peor resultado para la mejor respuesta

En un escenario inmejorable para disputar fuera de casa un choque de ida de una fase de ascenso, ante más de 500 incondicionales animando y dejándose la garganta, el San Fernando ofreció la peor respuesta. Después de completar un partido impreciso y muy por debajo de su nivel, los azulinos se complican la eliminatoria de subcampeones al caer 4-2 en Utrera.

No es una distancia insalvable, desde luego, la que tiene que superar el equipo de Sánchez Franzón para dar la vuelta a la tortilla. Eso sí. Deberá enmendarse y mucho. Y habrá que empezar, lo primero, por la defensa. Demasiados fueron los errores cometidos ayer en esa parcela, lo que supuso que se echara por tierra el esfuerzo realizado en otras facetas del juego. Otras veces salvador de su equipo, ayer fue el portero Jesús Sierra el principal detractor. Probablemente se resintiera de sus molestias en un gemelo, porque ayer el veterano cancerbero 'cañaílla' completó un partido horroroso. Dos penaltis, excesiva inseguridad en los balones aéreos y demasiada lentitud de reflejos acabaron con su expulsión antes de tiempo y condicionaron la recta final del partido y la eliminatoria.

Y eso que muy pronto se pusieron por delante los visitantes en el marcador. Apenas se había cumplido el minuto dos cuando una falta al borde del área lanzada por Puli se colaba en la portería utrerana provocando el delirio de los aficionados. Pero la tranquilidad apenas iba a durar diez minutos, ya que pronto los de Menudo le darían la vuelta al marcador en dos jugadas consecutivas (una de ellas una pena máxima) que se produjeron en apenas cinco minutos.

La respuesta llegó y Raúl Silveira pudo conectar con la puntera un buen pase al hueco de Canito para establecer la igualada cuando se había rebasado la media hora. No mucho más de sí dio la primera mitad, que se terminaba con un empate a dos muy esperanzador que hacía justicia a los méritos de uno y otro en el campo.

Inesperado varapalo

Cuando todo indicaba que se iban a firmar las tablas, el partido entró en una recta final destructiva para los azulinos. El equipo perdió la manija y cada vez sufría más con los acercamientos de los utreranos. Entonces cayó de nuevo la desgracia con otro penalti de Sierra que dejaba al equipo, para colmo, en inferioridad numérica. En su lugar salió Del Cerro, que no pudo atajar el lanzamiento de Manolín. Corría el minuto 82 y las cosas se ponían feas, máxime cuando, sin tiempo para rehacerse, al equipo le cayó uno más, el cuarto, en el minuto 85. Del Valle ampliaba ventajas y desataba el delirio de los locales, que daban rienda suelta a sus emociones disfrutando con el 4-2.

Ahora sólo queda esperar siete días para desentrañar el resultado final, que puede ser muy esperanzador para el que salga vencedor porque las cosas por arriba no van del todo mal, por ejemplo, con el ascenso a Segunda B del Alcalá y el pase a semifinales de Ayamonte y Mairena, verdugos de Atlético Cirbonero y Ferriolense, que podrían ir aligerando la nómina de equipos en el grupo décimo de la Tercera División.