El Ayuntamiento da margen a Linesur hasta el día 26 antes de rescatar el servicio

Los tiempos se agotan para Linesur, la empresa andaluza del sector del transporte que opta a hacerse con la concesión de Cojetusa, la compañía que todavía gestiona el servicio de autobuses urbanos de Jerez, y a la que el Ayuntamiento ha dado un último plazo hasta el próximo día 26 para que formalicen la operación.

Así lo confirmó ayer la delegada del Seguridad y Movilidad, María del Carmen Martínez, que también se apresuró a recalcar que este nuevo margen dado por el gobierno municipal es el último y, por tanto, si el día 26 Linesur no cierra la compra-venta el Ayuntamiento dará los pasos necesarios para proceder al rescate del servicio.

Hace ya semanas que en la ciudad se habla de que el plan B que el ejecutivo local tiene previsto en caso de que falle la opción de traspasar la concesión de Cojetusa a otra empresa es el de asumir de forma interina el servicio y que, de este modo, se puedan dar los pasos necesarios para normalizar la situación, evitar las protestas de la plantilla y volver a sacar a concurso un pliego de condiciones para una nueva concesión.

La misma delegada responsable lo confirmó ayer, al tiempo que recalcó que todavía es posible que Linesur pueda cerrar este capítulo de forma positiva, sobre todo porque la próxima semana tiene previstas reuniones con diferentes entidades bancarias para tratar de resolver el problema de la financiación.

Sea como fuere, lo cierto es que lo que se pone de manifiesto en estos momentos es que el Ayuntamiento ya no puede esperar más para coger el toro por los cuernos, sobre todo porque el día 7 de junio podría dar comienzo la huelga de siete semanas que ha convocado la plantilla de Cojetusa, y que sería desastrosa para todos los estamentos de la ciudad.

Por su parte, los trabajadores de la empresa de transporte público trabajaron ayer una jornada más vestidos de paisano y sin el uniforme, que Cojetusa no les ha entregado por sus problemas de liquidez.

Para los empleados de la concesionaria de los autobuses, la actual situación es «insostenible», como recalcaron ayer desde el comité de empresa, sobre todo porque «los impagos y los retrasos continúan, no se atiende ninguna de nuestras reclamaciones con la excusa de que no hay dinero, y los vehículos con los que estamos dando el servicio están en muy malas condiciones».

A todo esto hay que sumar que ya apenas tienen un interlocutor válido, ya que los propietarios de Cojetusa -FCC- están de retirada y no quieren hacer más inversiones y Linesur no ha llegado aún y no se puede hacer responsable.