Un comunero revisando ayer sus infraestructuras de riego en la zona del Guadalcacín. :: javier fernández
sector agrícola

La Comunidad de Regantes arremete contra COAG

Los líderes comuneros piden unidad, avalan la modernización y dicen que el sindicato agrario «sólo esgrime mentiras con un interés político»

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Irresponsables». Con ese calificativo se refirieron ayer desde la Comunidad de Regantes del Guadalcacín a los líderes de la organización agraria COAG Cádiz por lanzar una serie de afirmaciones poniendo en duda el futuro de los regadíos de esta zona «con el único objetivo de auparse a la presidencia de este organismo».

Ésa fue la principal idea que ayer quiso trasladar el presidente de la junta de gobierno de la comunidad, Pablo Ruiz Carmona, que compareció acompañado del presidente de los comuneros, Rafael Núñez, y el de Asaja Cádiz, Manuel Vázquez, y que reprochó al líder provincial de COAG, Miguel Pérez, que «no hubiera dado la cara».

Uno de los mensajes más importantes que se lanzó ayer desde este órgano de gestión de las 12.000 hectáreas de regadío de la zona, en las que se ha acometido una faraónica obra de modernización que es el objeto de la polémica, es que los alrededor de 2.300 comuneros deben estar unidos y «no hacer caso a llamamientos irresponsables». En este sentido, Ruiz Carmona alertó a los agricultores de que «si no se abonan las cuotas llegará un momento que la comunidad no podrá hacer frente al pago de la luz a Endesa, y si cortan el suministro ya no se podrá regar». Así de simple.

Pero no es ésa la única razón para que los regantes cumplan con los abonos de las cuotas, sino sobre todo que todos los argumentos utilizados por COAG son «falsos».

Así, respecto a las cuotas, Ruiz Carmona mostró la carta certificada que se ha enviado a los comuneros y en la que se informa de que «se van a pagar unos 206 euros por hectárea -que en unos años sólo subirán a 235-, además de la luz que cada uno consuma, y no los 600 de los que hablaban y que se suponen que iban a llevar a la ruina a esta zona».

El presidente de la junta gestora, que recalcó el carácter social de esta comunidad que «ha dado más cuota de riego a los que tienen menos hectáreas», también desmintió la cifra dada por COAG sobre el coste total de las obras de modernización de los regadíos. Según el líder comunero, el presupuesto subió hasta los 64 millones de euros, «diez más de los inicialmente previstos, pero ni mucho menos los 90 que se habían dicho».

Todas esas razones, y todas las que les han ido explicando a los agricultores, les llevan a desmentir también que se hubiera hipotecado de cara a los próximos 50 años las parcelas de los comuneros como aval para el préstamo de 17 millones de euros que consiguieron de la entidad bancaria. «No hay ni una sola parcela hipotecada, el banco confió para darnos el préstamo en nuestra voluntad pagadora», dijo.

En esta tesitura, lamentaron la actitud de COAG, que había pedido la dimisión de los dirigentes de la Comunidad, y les instaron a que si quieren presidir este órgano «se presenten a las elecciones, que son en febrero de 2011, y dejen de engañar y manipular a los regantes».