Los once pilares del campeón
El Barcelona refuerza sus señas de identidad para mantener su hegemonía
BARCELONA. Actualizado: GuardarFieles desde el primer día al lema de que lo más difícil no es llegar sino mantenerse, los azulgranas reforzaron todos los aspectos que les permitieron arrollar en la primera temporada con Guardiola. Pese a que la plantilla era algo corta, el estilo, la filosofía y el método 'Pep' se impusieron en un curso vibrante a la cartera de Florentino y el apetito voraz de Cristiano.
1. El 'Balón de Oro'
Del Barça de los últimos 20 meses se pueden destacar muchísimas cosas, pero nada tendría sentido sin la presencia de Leo Messi, el mejor jugador del mundo, autor de 34 goles en la presente Liga sin ser un delantero centro. Toda la plantilla, con algunas excepciones, ha rendido a un gran nivel, pero el que marca las diferencias es el argentino. Guardiola le ha dado libertad de movimientos y el 'Balón de Oro' de 2009 lo ha agradecido proclamándose 'Pichichi' y 'Bota de Oro' de 2010. Impresionante.
2. Humildad
Seguro que en el vestuario azulgrana hay lucha de egos, como en todos los grupos humanos, pero el gran mérito de Guardiola ha sido disimularlo. Todos han trabajado para todos con un compañerismo digno de elogio. El Barça es un equipo solidario en todas sus líneas. Deportivamente nadie entendió la cruz que el técnico le puso a Eto'o, pero seguramente era un gesto necesario para mantener el control. Cuando los dos capitanes dan el ejemplo diario de Puyol y Xavi es más fácil contagiar la humildad al resto.
3. Hambre de títulos
«Es increíble pasar de los 90 puntos el año siguiente a conquistar seis títulos». No le falta razón a Guardiola. Lo normal hubiese sido una ligera relajación, pero el Barça ha mantenido su ambición desde la primera jornada hasta la última. Messi lloró en el vestuario del Pizjuán el día del 'KO' copero tras fallar una decena de ocasiones ante Palop. Ante el Inter faltó un gol y justicia arbitral en San Siro para estar en la final de la Champions League. Pero la Liga, que premia la regularidad, no se escapó.
4. La cantera
El éxito del Barça es el fruto de un trabajo de cantera de muchos años. Valdés, Puyol, Piqué, Xavi, Busquets, Messi, Pedro y Bojan fueron titulares en un partido tan trascendental como la penúltima jornada en Sevilla. Ocho de once. Y el equipo no falló. Sin duda, todo un contraste con la política de cartera del Madrid. Los canteranos han encontrado en Guardiola a un compañero más que a un técnico. Y Pedro ha sido la sensación de la Liga con una progresión que ha sorprendido a su propio técnico. «Ir a buscarlo al mercado saldría carísimo», reconoció.
5. Míster milagro
Segunda Liga consecutiva en su segunda temporada como entrenador profesional. Siete títulos en dos años. Guardiola ya ha hecho historia en el Barça. Y no sólo por ganar. Lo que le hace diferente es haberlo logrado jugando bonito, dando espectáculo y siendo respetuosos con sus rivales. Sus maratonianas jornadas de trabajo sirven de ejemplo a sus jugadores. Si el jefe curra, nadie puede escaquearse. Esta temporada ha sabido hacer variaciones tácticas sobre la marcha, convirtiendo su 4-3-3 en un mismo partido en 4-2-4 y en un 4-2-3-1 según las necesidades.
6. Xavi
El 6 es su dorsal, por eso su colocación en dicho número de esta lista, pero bien podría discutir el 1 a Messi. El centrocampista egarense ha llegado a la madurez de su carrera en su mejor momento, asumiendo más responsabilidades que nunca y con una regularidad asombrosa. No es una exageración decir que posiblemente sea el mejor medio del mundo. Eso es lo que afirman jugadores consagrados como Lampard, Gerrard o Ribéry. Por algo será. Además ha jugado los últimos partidos con una lesión muscular arriesgándose a quedarse sin disputar el Mundial de Sudáfrica con la campeona de Europa.
7. Fortaleza mental
Para resistir el acoso del Madrid hasta el punto de tener que alcanzar los 99 puntos para ganar la Liga hay que ser muy fuerte mentalmente. El equipo se levantó de forma admirable tras las eliminaciones en la Copa y la Liga de campeones. Además, ha sobrevivido a una política de fichajes más que cuestionable. Ibrahimovic ha ido de más a menos de forma escandalosa, sus números son claramente peores que los de Eto'o. Y Chygrynskiy apenas ha aparecido. Y cuando lo ha hecho, ha dado miedo. Casi 100 millones de euros en entredicho. Con Márquez y Henry bajo mínimos toda la temporada, la Liga tiene más mérito.
8. Triunfos en los clásicos
La Liga realizada por el Madrid ha sido formidable, pero no la ha ganado porque fue claramente inferior al Barça en los dos duelos directos. En el Camp Nou opuso más resistencia, incluso inquietó a Valdés, pero no supo aprovechar la expulsión de Busquets y perdió 1-0 con un gran gol de Ibrahimovic. Y en el Santiago Bernabéu el 0-2 fue incluso corto un año después del 2-6. Xavi dio los dos goles en Chamartín a Messi y Pedro. El Barça no ha encajado ningún gol en los dos clásicos
9. Defensa y 'Zamora'
Los aficionados destacan lo bien que juega el Barça, su predisposición a atacar siempre. Pero los técnicos no sólo se quedan con lo superficial, afirman que lo realmente admirable es lo bien que defiende, presionando arriba y cerrando espacios. De ese equilibrio se beneficia Víctor Valdés, otra vez Trofeo 'Zamora' y por fin en los planes de Del Bosque, aunque sea entre los 30 mejores. Al guardameta le ha costado lo suyo ganarse la admiración unánime de todos, pero al final lo ha conseguido.
10. Conexión con la grada
No podía ser de otra manera después de los seis títulos de 2009, pero lo cierto es que la afición del Barça ha ayudado al equipo en los momentos más comprometidos, se ha volcado porque ha valorado su trabajo. Y eso no es algo tan habitual en unos seguidores con fama de fríos. El Camp Nou también ha sumado puntos con una química absoluta con el equipo. Guardiola ha sabido transmitir esa unidad tan necesaria en un club con la mala social eternamente dividida por cuestiones presidenciales o de otra índole.
11. Ajenos a las elecciones
Ni siquiera el ajetreo que siempre lleva aparejada una temporada con el horizonte electoral, y más en una entidad que presume de ser más que un club, han distraído al cuerpo técnico y los jugadores. Pese a que Joan Laporta ha protagonizado diversos actos políticos al margen del fútbol y ha aireado su independentismo en diversos foros, los deportistas han sabido blindarse, hablar y posicionarse sólo en el campo. Hasta la renovación de Guardiola y su frío apretón de manos con el todavía presidente supo manejarse sin que afectara al vestuario. Y los posibles sucesores para la presidencia, con Sandro Rosell a la cabeza, quedaron relegados a un segundo plano.