Un joven accede a la página web de un casino virtual donde los jugadores pueden apostar grandes cantidades de dinero. :: LA VOZ
Ciudadanos

El 25% de los adictos en tratamiento está enganchado a las apuestas por Internet

El auge del consumo en la Red también propicia nuevas conductas patológicas que proliferan tanto en adultos como en adolescentes

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Bwin, cuyas letras pueden leer millones de personas en las camisetas de los futbolistas del Real Madrid, es una empresa próspera que no sabe de tiempos críticos. Este portal de Internet, especializado en apuestas deportivas, estableció en 2008 su récord de beneficios con una cuenta final a su favor de 420 millones de euros. Un año después, ese resultado se quedaba corto porque las ganancias crecían hasta los 446 millones, según se ha conocido hace escasos días. Pese a las apreturas económicas, con países en estado de emergencia nacional, Bwin sigue sumando adeptos y es que la fiebre por el juego en la Red ya ha llegado a la fase de la degeneración con los primeros adictos que reconocen su enfermedad y piden ayuda profesional. En la provincia ya constituyen un 25% de los ludópatas que reciben tratamiento a día de hoy.

Desde Proyecto Hombre Cádiz reconocen que son pocos casos los que les llega por tratarse de una adicción nueva, de difícil detección y que ni siquiera está reconocida como problema para el entorno del enfermo. «No ven síntomas de riesgo cuando una persona se pasa muchas horas delante del ordenador. Hay padres incluso que prefieren que sus hijos estén en sus habitaciones, sin molestar, aunque no sepan qué están haciendo en Internet». Luis Bononato, director de Proyecto Hombre, asegura que los especialistas han tenido que trabajar a marcha forzadas para enfrentarse a una nueva realidad de la que están aprendiendo a través de las experiencias que les trasladan los enfermos: «Sabemos que está proliferando por lo que nos cuentan algunos jóvenes que sí han decidido ponerse en tratamiento». En estos momentos, Proyecto Hombre de Cádiz no tiene ningún caso vinculado a este tipo de adicción bajo tratamiento.

Un único centro

Los que sí tienen pacientes son los responsables del único centro ambulatorio específico para adictos ajenos a sustancias tóxicas que existe en la provincia. Jarca es la institución que lo controla y su presidenta, Marta Ortiz, es la que aporta un porcentaje aproximado de incidencia de las adicciones a Internet y más concretamente a las apuestas o juegos de azar 'on line'. «Cada vez nos llegan más personas afectadas. Lo mismo ocurre con las dependencias al teléfono móvil o a las compras compulsivas».

En estos momentos Jarca, que tiene su centro en Algeciras, trabaja con cien personas repartidas en distintos niveles de tratamiento. Los hay que acaban de integrarse en los grupos de trabajo y terapia, hasta los que colaboran ya como voluntarios porque han avanzado mucho en su recuperación.

Lo mismo ocurre con la progresión de la adicción, que va pasando por escalones hasta que la persona se vuelve un jugador patológico. La fase de los primeros coqueteos con el juego, los expertos lo describen como la etapa del jugador social. Cuando la persona comienza a perder el control de su voluntad es cuando se torna en problema.

Una característica propia de estas nuevas adicciones, a diferencia de otras vinculadas a juegos de azar más tradicionales como las tragaperras, es que no hay un perfil definido del ludópata. «Los hay mayores que aprovechan la discreción que ofrece la Red para apostar en Internet y no en un casino. Pero también los hay jóvenes que terminan cayendo porque pasan muchas horas al ordenador». Quizás también, como indican desde Proyecto Hombre, aún no ha salido a la luz la verdadera dimensión de este problema.