Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, ayer, durante la reunión. :: EFE
ESPAÑA

El PP enmienda el ajuste del Gobierno

Rajoy desacredita el programa de recorte del gasto público de Zapatero porque es «improvisado, injusto, impuesto e insuficiente»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy presentó ayer una enMariano Rajoy presentó ayer una enmienda a la totalidad al plan de ajuste propuesto por José Luis Rodríguez Zapatero para atajar el déficit. El presidente del PP sostuvo ante los líderes autonómicos de su partido que los recortes de gasto público propuestos por el jefe del Ejecutivo están equivocados, sobre todo, dijo, la congelación de las pensiones, cuya retirada exigió. Propuso como alternativa reducir los dispendios en otros capítulos, como la ayuda al desarrollo, las subvenciones a sindicatos y partidos o la financiación de la televisión pública.

Si el Gobierno confía en contar con el partido opositor para sacar adelante el drástico plan de ajuste, que se olvide. Rajoy rechazó casi todos los recortes planteados por Zapatero y propuso otros que el Gobierno ni contempla. El paquete de medidas, dijo en una reunión con los presidentes autonómicos y líderes regionales de su partido, es «improvisado, injusto, impuesto e insuficiente». Improvisado, detalló, porque se ha fraguado en «48 horas»; impuesto porque no lo ha consultado con ningún grupo político; injusto porque se ceba en las personas «más débiles». Y además es insuficiente porque «no sirve para la recuperación y la creación de empleo».

El líder de la oposición denunció que «el decretazo» no incluye medidas para «relanzar la economía y crear riqueza», y sólo contempla «reducir el gasto». En definitiva, «esto no es lo que se debería haber hecho». Y para atajar las más que previsibles críticas a su desacuerdo, detalló la alternativa: recortar 400 millones más en cooperación para el desarrollo -Zapatero ya anunció una rebaja de 600-, otros 470 millones de las enmiendas «de campanario» a los Presupuestos pactadas con el PNV y Coalición Canaria, y 290 millones de las subvenciones a organizaciones empresariales, sindicatos y partidos. Total: 1.160 millones de euros.

También desgranó otras rebajas, pero sin dar cifras del ahorro: recortar el gasto en TVE, eliminar el 25% de los altos cargos de la Administración y las consabidas supresiones de la Vicepresidencia Tercera y los Ministerios de Igualdad y Vivienda, así como la fusión de las carteras de Trabajo y Sanidad, y de Educación y Cultura.

Rajoy soslayó mencionar lo que hasta hace unos días era el caballo de batalla de su partido, la congelación de la subida del IVA a partir del 1 de julio, cuestión de la que he hecho una cruzada Esperanza Aguirre, única ausencia de relieve en la cita de los barones autonómicos del PP. Sólo mencionó este incremento para decir que su entrada en vigor junto a la caída salarial en muchos colectivos conducirá a una reducción del consumo «perjudicial» para la economía.

El presidente del partido opositor mostró una especial beligerancia con la congelación de las pensiones, una medida que su partido no va a apoyar «de ninguna de las maneras» y va a «presionar» para que no se haga realidad. Anunció que pedirá una convocatoria en el congreso del Pacto de Toledo para forzar al Gobierno a que retire la medida y su partido presentará mociones en todas las comunidades para que este tipo de medidas se adopten de común acuerdo.

Enroque

Pero el problema de fondo, sostuvo el líder de la oposición, es que Zapatero «se ha enrocado» y se limita a gobernar un país «intervenido» por la Unión Europea, ha abdicado de «sus responsabilidades» como jefe del Ejecutivo y, encima, «no se va». A diferencia de otros dirigentes del PP, evitó reclamar las elecciones anticipadas, pero sugirió de forma sibilina que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza en el Parlamento para que compruebe con qué apoyos cuenta para agotar la legislatura.

Rajoy reclamo a Zapatero que acuda al Congreso a explicar «sus intenciones de futuro», a debatir su programa para los próximos dos años, y a aclarar cuáles son sus aliados porque «no es lo mismo» contar con el respaldo de CiU que con el de IU. No lo dijo, pero estos son los tres ingredientes de una cuestión de confianza del presidente del Gobierno. El líder de la oposición, al decantarse por esta fórmula, sepultó las posibilidades de presentar él una moción de censura. Por si no estaba claro, lo remachó antes sus barones: «El PP va a hacer cosas útiles, no inútiles». Para inutilidad, una moción de censura sin tener los votos necesarios para que triunfe, y Rajoy no los tiene porque no cuenta con la complicidad de los nacionalistas ni de la izquierda.

«Esto es lo que debe hacer (Zapatero), pero no lo va a hacer», comentó el presidente del PP, que reconoció que el líder socialista tiene «una mayoría suficiente»para gobernar aunque, a su juicio, no tenga «un plan» que sea «un todo» con objetivos y genere certidumbre.