El tirón de la fiesta llena por fin las casetas del Real

Las tortillas de patatas y las raciones de pimientos fritos han desbancado a las raciones de marisco y el jamón serrano servido en las mesas de la Feria. El recinto de Las Banderas se llenó por fin y los caseteros tuvieron trabajo, pero las cajas registradoras recibieron más billetes de veinte que de cincuenta euros.

Los comerciantes ilustraron con esta descripción la situación de relativa carestía que este año protagoniza la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. «Las familias y los grupos de amigos vienen a comer y piden muchas cosas, pero de lo más barato». Manuel Segura, camarero, comentó que el objetivo es llenar el estómago de la forma más económica: «Otros años salían más gambas, mariscos, almejas...».

El paseo de enganches y caballistas tomó la calles del Real desde el mediodía, con un considerable incremento en el tráfico, con respecto a jornadas anteriores, que llegó a saturar Las Banderas. Algún feriante despistado a punto estuvo de sufrir un percance al cruzarse con los caballos que, no obstante, engalanaron el recinto con su presencia.

Al contrario que el 'macrobotellón', que una vez más concitó las críticas de muchos portuenses. Más tempranera cada día, la concentración de bolsas de plástico y botellas de alcohol en el flanco derecho de la portada comenzó a crecer en torno a las tres y media de la tarde. Las voces a favor y en contra se sucedieron en el Real, con distintos puntos de vista según la edad del interrogado. «Si lo trasladan a otro sitio, será lo mismo». La opinión de Pepe Serrano, de 74 años, fue diametralmente opuesta a la de Antonio Muñoz, de 20. «Es verdad que da mala imagen, pero que no lo prohiban. No nos importaría estar en otro sitio».

Reyertas y exceso de alcohol

En el capítulo de incidencias registradas el viernes, la Policía Local interceptó tres reyertas junto a la caseta de Afanas, en La Peseta y junto a la portada. Asimismo, intervinieron 11.160 gafas para la venta ambulante y detuvieron a un joven que había arrojado una botella hacia una multitud. Los servicios sanitarios realizaron un total de 66 asistencias, la mayoría por intoxicaciones etílicas y dos por posible ingesta de drogas. Estos fueron trasladados al hospital, al igual que una mujer de 47 años que sufrió un infarto en una caseta.