LOS NOMINAOS
MARÍA ALMAGRO Actualizado: GuardarHay gente que nada más que cruzar la portada de la Feria deberían de volverse a su casa. Personajes cuyo objetivo, desde la noche de alumbrao, es aguar la fiesta a los demás. Mi amiga Pepi ya les ha puesto una etiqueta a cada uno -que para eso desde chica ha trabajado en Talgo-: los lacios, los malos finos, los trincató y los guardajuraos. Los primeros son los que nada más verlos aparecer te dan ganas de salir huyendo haciendo la croqueta por toda la caseta con tal de que no te pillen por banda. Dicen que vienen a darse una vueltecita tranquila. Tesquiyá! Ni que esto fuera Marina D'or. Le duelen los pies, el rebujito tiene demasiado hielo, los pinchitos del Moro son sospechosos, las sevillanas muy antiguas, que de gente hay. todo problemas. Todo lo que le haría falta en buena hora al malfino, el alma de la fiesta pero la de un 'macrobotellón'. Su frase preferida: yo como para poder beber, pero, visto el tajazo que lleva el amigo, no le han salido bien las cuentas: dos medias de vino = un pico, y claro. empiezan los cambayás, los llantos y el habrá que dejarlo en casa. Para buenos los trincató. A estos la Feria les sale baratita. Vaso de plata con cordón al cuello y simpáticos como nunca no desprecian ni una invitación. Vamos, que les dices que en la caseta del PP hay paella gratis allá que se van, aunque hiciera unos días estuvieran entonando la Internacional. Y los guardajuraos. Cotillas hasta la médula. ¿Has visto a ésa... lo que ha engordado?, y, el otro.. qué viejo está. ¡Uy!, ¿seré yo una de ellos?