
El Atlético y su título del siglo
El técnico Quique Sánchez Flores prepara un encuentro muy táctico para que decida el mayor talento de los 'colchoneros' Los rojiblancos se juegan ante el correoso Fulham su segundo galardón europeo de la historia
HAMBURGO (ALEMANIA). Actualizado: Guardar«¡Qué manera de subir y bajar de las nubes!», cantó Joaquín Sabina en el poético himno del centenario atlético. «Si en octubre, cuando echan a Abel, alguien me dice que iba a jugar dos finales, le hubiera tomado por loco», subraya el 'Kun' Agüero, más prosaico. Ambos entienden la idiosincrasia de este extraño club empeñado en desafiar a la lógica con esos vaivenes que tanto excitan a su afición. Unos hinchas que rezan para que la nube de ceniza volcánica no les impida viajar a Hamburgo para vivir 'in situ' la primera final europea de su equipo en 24 años y la quinta en la historia. Desde que fueron arrollados en Lyon por el Dinamo de Kiev de Blokhin y Zavarov, entonces un rodillo soviético, los atléticos no conocían una diáspora semejante. Y no visitan Neptuno desde el doblete nacional conseguido con Radomir Antic en el 96.
Una década después de consumar en el Carlos Tartiere de Oviedo su descenso al 'infierno' de Segunda y tras conocer once entrenadores, el Atlético regresa a la élite para luchar ante el también sorprendente Fulham por su segundo título continental. Sería su primera Copa de la UEFA, rebautizada desde este año como Liga Europa. Lo hace tras firmar una temporada muy irregular en la que flirteó con la zona de descenso, conoció un cambio de entrenador y sufrió en los primeros meses a una grada hostil que arremetía contra los futbolistas, pedía a gritos la marcha del consejero delegado, Miguel Ángel Gil, y el 'pescuezo' del presidente Cerezo.
Relevo histórico
Sin opciones desde hace tiempo en el torneo de la regularidad, el Atlético se ha centrado en las eliminatorias y ansía el doblete, ya que el miércoles próximo se jugará la Copa del Rey ante el Sevilla en el Camp Nou. Y es que, si se cumplen los pronósticos y el talento se impone al físico, resulta que Madynabeitia, Jones, Mendoça y Collar, los héroes de la Recopa conquistada ante la Fiorentina hace casi medio siglo, podrían hallar sucesores en los De Gea, Reyes, 'Kun' y Forlán. Existe euforia en el entorno pero mesura en la plantilla, persuadida por Quique Flores de las virtudes de un adversario que apenas se fragmenta porque defiende junto y ataca a pelotazos.
El Fulham es un fiel exponente del nivel medio de la 'Premier'. Un equipo sin estrellas pero muy compacto, forjado por el veterano de 62 años Roy Hodgson, elegido mejor entrenador de Inglaterra después de que Sir Alex Ferguson lo pidiera públicamente. Este técnico londinense de Croydon acumula 34 años en los banquillos de medio mundo. Ya entrenaba a equipos profesionales cuando Quique tenía sólo 11 años. Se maneja en ocho idiomas, condujo a Suiza a los octavos de final en el Mundial'94 y al Inter de Moratti a la final de la UEFA que perdió con el Schalke.
Arrancaron en la tercera previa ante el Vetra lituano, sufrieron en la repesca ante el Amkar Perm ruso, superaron a la Roma en la fase de grupos y luego eliminaron al Shakthar Donetsk, vigente campeón, a la Juventus, tras endosarle cuatro en Craven Cottage, al Wolfsburgo y al Hamburgo. Ahora, desde hace días, en el Fulham viven pendientes del estado físico de su delantero Bobby Zamora, su jugador más desequilibrante, y del puñal irlandés Damien Duff.
En manos del 'Chopo' De Gea
Cuando allá por el mes de octubre destituyeron a Abel Resino, llegó Quique y apostó por este niño de 19 años que ya suma 33 partidos en el Atlético. Junto a Domínguez, representan los valores más sólidos de la cantera.
Algunos osados ya le comparan incluso con el 'Chopo' Iribar, una referencia para él, aunque podría ser su abuelo. Ahora él quiere ser el protagonista. David ve la final como el premio a muchos años de trabajo y sufrimiento desde la base. Quiere conocer Neptuno de cerca. Cuando su 'Atleti' ganó el doblete apenas tenía cinco años. «Sé lo que es pero por la tele. He visto algunos vídeos del 96 y fue una pasada», señala con firmeza.
Ahora bien, ante todo respeta al Fulham. «Es un adversario peligroso que te obliga a estar muy atento por arriba. Tendremos que luchar mucho para conseguir el objetivo», apostilla.
Al fin y al cabo, el título está en sus manos. Responsabilidad, toda. Miedo, sólo a la muerte.