Elena Salgado sonríe tras una rueda de prensa en Bruselas. :: EFE
Economia

Hacienda cree que las autonomías deben sumarse al ajuste del Estado

Transferencias a las regiones, grandes infraestructuras o gasto corriente, los resortes del Gobierno en el nuevo plan de ajuste

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno se ha comprometido a recortar otros 15.000 millones de euros adicionales del déficit hasta 2011, aunque no ha dicho cómo lo hará. Ante la indefinición del Ejecutivo, el margen para el 'tijeretazo' -sería el segundo en lo que va de año- parece limitarse a tres vías: la inversión -sobre todo en infraestructuras-, el gasto corriente y las transferencias a las administraciones regionales y locales.

Otra posibilidad, aunque peligrosa por su coste político, sería una nueva subida de impuestos, algo que se antoja improbable en el corto plazo pero no tanto en el medio.

El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguro ayer que «hay margen», y sugirió que los ahorros vendrán de la parte de los gastos y no de la de los ingresos. Ocaña dio un paso más, y advirtió de que buena parte del esfuerzo deberá ser protagonizado por las comunidades autónomas.

Ocaña afirmó también que el Consejo de Política Fiscal y Financiera deberá revisar el acuerdo marco sellado con las autonomías para acelerar la reducción del déficit. Y deslizó que algunos de los grupos de trabajo analizan ya en el seno del organismo posibles reducciones en materias como la sanidad o la educación. Algo que, añadió, podría desembocar en medidas «de carácter normativo o de gestión». La cuestión sería compartir el esfuerzo ya que -recordó el secretario de Estado- no tendría sentido ir en una sola dirección cuando la mitad del gasto total lo realizan las regiones.

Hasta ahora, la ministra de Economía, Elena Salgado, sólo ha cifrado la rebaja adicional del déficit: un 0,5% este año, hasta el 9,3% del PIB, y un punto porcentual más allá de lo previsto en 2011 para dejar los números rojos en el 6,5%. El objetivo final es llevar el déficit al 3% en 2013. Un esfuerzo que busca aclarar la capacidad y la solvencia nacionales frente a los especuladores del mercado bursátil, que, en plena tormenta, no han dudado en sembrar dudas sobre la fortaleza española insinuando que el país podría ser el siguiente en entrar en barrena tras Grecia.

Líneas rojas

Las dudas se resolverán mañana, cuando está previsto que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, revele los mimbres de este nuevo plan de ajuste ante el Congreso. Carlos Ocaña, que participaba en un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), aclaró que la «línea roja» sigue siendo la protección por desempleo, y aseguró que las medidas del ajuste están ya «esencialmente decididas» y podrían aprobarse en el próximo Consejo de Ministros, que, apuntó, podría también sacar adelante el techo de gasto del Estado en 2011. Las infraestructuras son uno de los primeros resortes a tocar, pues siete de cada diez euros del sector público estatal los invierte el Ministerio de Fomento, que ya se llevó la peor parte del primer ajuste (1.760 millones de ahorro de un total de 5.000).

José Blanco aún podría verse obligado a replantear las inversiones de su departamento; un capítulo que para 2010 asciende a 19.000 millones que, no hay que olvidar, computan en el déficit. Blanco quiere sentarse con las comunidades a revisar los proyectos del PEIT para pedir esfuerzos compartidos y definir qué proyectos son los realmente necesarios. El gasto corriente es otra cuerda de la que tirar. Tras un recorte de altos cargos 'testimonial' y con poco impacto en las cuentas del Estado, el Ejecutivo siempre podría dar una nueva vuelta de tuerca.